La joven llegó al hospital Santa Casa de la ciudad brasileña de Anápolis, en el que fue estabilizada inicialmente, y después arribó a un centro de salud de la localidad en que residía, Goiânia. En aquel centro se descubrió que la paciente enfrentaba una inflamación cerebral (edema) como reacción alérgica a la sustancia.
La situación se agravó tanto que Thais fue enviada a la Unidad de Cuidados Intensivos y llegó a estar en coma. Su padecimiento crítico se alargó a veinte días, en los que, según contó su madre al medio Globo, se sobrepuso también a complicaciones por enfermedades preexistentes como bronquitis y asma.
Tras atravesar el momento más crítico de su hospitalización y reponerse progresivamente hasta el punto de poder volver a respirar por su cuenta, sin necesidad de un ventilador, la joven fue dada de alta y volvió a su casa, el 31 de julio de este año.
No obstante, una fiebre alta que la aquejó impulsó a su familia a volver a ingresarla en el hospital, en el que, de nuevo, su estadía se alargó por problemas relacionados a su bronquitis.
Tras ello, Thais enfrenta complicaciones para hablar y caminar. Por el momento no hay una fecha prevista para su salida del centro médico, y aquello mantiene sumida en la angustia a su madre, quien ha declarado al medio referido que la extraña enormemente.