Si se quiere alcanzar las metas climáticas, gobiernos, entidades financieras públicas y privadas, industrias productivas y sociedad civil deben trabajar en sintonía para lograr un cambio cultural y económico.
La nueva área protegida contará con 30.000 kilómetros de zona de no producción pesquera que se ubica sobre la cordillera de los Cocos y 30.000 kilómetros de veto al palangre.