Este viernes 14 de enero, desde la embarcación Sierra Negra, en Bahía de Puerto Ayora, el presidente de la República, Guillermo Lasso, oficializa el Decreto Ejecutivo para la ampliación de la Reserva Marina de Galápagos, cita que tiene como testigos de honor al presidente de Colombia, Iván Duque, y al expresidente de EE. UU., Bill Clinton.
La reserva del archipiélago, considerado un tesoro natural, se ampliará en 60.000 kilómetros cuadrados (km2), que se suman a las reservas ya existentes de la zona de protección de 138.000 km2 e involucra a Colombia, Costa Rica y Panamá. Se cumple así el anuncio que hizo el primer mandatario el pasado noviembre en Glasgow (Reino Unido) durante la cumbre climática denominada COP26.
Además, con el acuerdo alcanzado entre los cuatro países del Pacífico tropical, se busca un manejo sostenible de las islas del Coco (Costa Rica), Galápagos (Ecuador), Malpelo (Colombia) y Coiba (Panamá) y conservar ese corredor marino considerado uno de los más biodiversos del mundo y el área protegida más grande del hemisferio occidental.
La reserva proyectada en torno a Galápagos contribuirá también a limitar la pesca indiscriminada en esta zona del Pacífico tropical, habitada por un 95 % de especies únicas, según los registros, y servirá de laboratorio viviente para el desarrollo de investigaciones científicas.
El archipiélago además cuenta con el Parque Nacional Galápagos (PNG) que tiene una superficie de 8.000 km2 y es considerado por expertos como el archipiélago de origen volcánico en el mejor estado de conservación del mundo.
No siempre este sector del país fue protegido
Las primeras acciones para su protección se registran en el Plan de Manejo terrestre de 1974, ya que recomendaba la protección de una franja marina de 2 millas náuticas alrededor de cada isla, ha señalado el PNG.
Posteriormente, en 1986, la conservación marina tomó impulso con la declaración de una Reserva de Recursos Marinos, cuyo objetivo era controlar la práctica ilegal de la pesca y la sobre explotación del recursos del mar.
Fue recién en 1998, cuando a través de la Ley Orgánica de Régimen Especial para la Conservación y Desarrollo Sustentable de Galápagos (LOREG) se amplía el área marina protegida y se crea la Reserva Marina de Galápagos.
En el 2001, el Comité de Patrimonios de la Unesco reconoció el enorme valor ecológico, cultural y económico de la RMG y lo incluyó como Patrimonio Natural de la Humanidad, fomentando la conservación y mantenimiento de las especies únicas que habitan aquí.
Los ecosistemas de Galápagos no pueden sobrevivir sin la protección de los ambientes marinos y costeros. Muchas especies nativas y endémicas dependen en su totalidad del mar y de los procesos evolutivos y ecológicos que ocurren en la tierra, pero que tienen relación directa con el mar.
Pinguinos, cormoranes, lobos marinos, albatros y un sinnúmero de aves, viven en tierra, pero se alimentan exclusivamente del mar.
En el ecosistema de la Reserva Marina se han reportado más de 2900 especies existentes, de las cuales el 25% de organismos marinos son endémicos y están presentes especies de mamíferos marinos como ballenas, delfines y lobos marinos.
Según el Ejecutivo, además de contribuir con la agenda 2030, la nueva zona de reserva protegerá a las especies migratorias vulnerables. Asimismo, permitirá promover la cooperación internacional mediante la movilización de recursos financieros públicos y privados del exterior para cuidar el ecosistema único de las famosas 'islas encantadas', lo que consolidará su carácter de laboratorio viviente para el desarrollo de investigaciones científicas.
Galápagos, que toma el nombre de las gigantescas tortugas endémicas que habitan en ese archipiélago, está ubicado a 1.000 km de la costa de Ecuador, en el Pacífico sur, e inspiró la teoría de la evolución de las especies del inglés Charles Darwin.