La desaparición de Ismael y Josué Arroyo, de 15 y 14 años, y sus amigos Saúl Arboleda (15) y Steven Medina (11) ocurrió la noche del pasado 8 de diciembre, en el barrio Las Malvinas, en el sur de Guayaquil.
El arribo de los familiares a la morgue se enmarca en el reciente hallazgo de varios cadáveres en la parroquia Taura, adónde los niños habrían sido trasladados antes de desaparecer.
La resolución judicial fue emitida en el Complejo Judicial Florida Norte, ubicado en Guayaquil, al que acudieron familiares de los menores de edad y representantes del Comité por la Defensa de los Derechos Humanos.