En el noreste de Tailandia, decenas de elefantes fueron devueltos a su hábitat natural por la ausencia de turismo en el Campamento Maesa, en Chiang Mai. Los propietarios se vieron obligados a cerrar sus puertas y a liberar a los mamíferos que todos los días paseaban a los turistas.
Debido a que la pandemia del coronavirus no se sabe cuándo va a terminar, los dueños decidieron, por primera vez, quitar el gran asiento de madera y metal que es atado a los mamíferos, por lo que 78 elefantes se encuentran paseando libres en su hábitat natural.
El director del campo de animales, Anchalee Kalampichit, mencionó que es la primera vez en 44 años que los paquidermos no usan los pesados asientos durante el día. “Desde que iniciamos este negocio, en 1976, montar elefantes fue la actividad preferida de los turistas”, justificó a un medio local.
“Sin embargo, debido a la expansión del coronavirus, cada vez llegan menos turistas, y eventualmente el Gobierno nos ordenó cerrar, por eso hemos removido las sillas para liberar a los elefantes”, explicó.
El propietario dijo que cuando todo vuelva a la normalidad, no permitirán que los elefantes lleven los pesados asientos, debido a que buscan cambiar el método de entretenimiento que brinda el campamento, de modo que los animales no se vean perjudicados.
“Recibiremos a los turistas que quieran aprender sobre estos mamíferos y la forma en la que viven en la naturaleza”, agregó.
Nota tomada de Clarín.com (Argentina) – La República (Perú)