El Gobierno del presidente Daniel Noboa planea construir dos nuevas cárceles en el país, siguiendo un modelo similar al implementado por el mandatario salvadoreño Nayib Bukele.
Según lo anticipado por el viceministro de Finanzas, Daniel Falconí, en un taller sobre el proyecto de presupuesto estatal, se estima que la inversión para estas infraestructuras alcance los 125 millones de dólares.
Estos fondos, parte del plan anual de inversiones del Ejecutivo, representan una porción significativa del presupuesto total, que supera los 1.700 millones de dólares. El presupuesto inicial para las dos cárceles se establece en 125 millones de dólares, aunque este monto podría aumentar hasta los 140 millones de dólares dependiendo de variables durante su construcción.
La ubicación prevista para estas cárceles es la provincia costera de Santa Elena y la amazónica de Pastaza. Sin embargo, grupos indígenas han expresado su oposición a tener una prisión en su territorio.
Los diseños de estos centros penitenciarios fueron presentados por el presidente Noboa en enero pasado. Estas cárceles estarán diseñadas para albergar a 736 reos cada una, con módulos de alta seguridad y máxima seguridad, así como áreas específicas para reclusos con un alto nivel de peligrosidad.
El propósito declarado del presidente Noboa es aislar en estas cárceles a los líderes de las bandas criminales que han contribuido a una escalada de violencia en Ecuador, haciendo del país uno de los más peligrosos de Latinoamérica.
El gobierno ha declarado una lucha contra el crimen organizado, catalogándola como un "conflicto armado interno", con el objetivo de neutralizar a 22 bandas criminales, principalmente dedicadas al narcotráfico y señaladas como grupos terroristas.
Lo hizo después de un pico de violencia donde se dio la toma de TC Televisión por parte de un grupo armado durante una emisión en vivo y motines simultáneos en varias cárceles del país con 200 rehenes que lograron ser liberados.
Durante esos motines se fugaron cerca de 90 presos, entre ellos Fabricio Colón Pico, considerado el presunto líder de la banda criminal Los Lobos, mientras que días antes había hecho lo propio José Adolfo Macías Villamar (alias 'Fito'), el líder de Los Choneros, que cumplía una pena de 34 años de cárcel por homicidio, narcotráfico y delincuencia organizada.
La violencia asociada con estas organizaciones ha llevado a una serie de masacres en cárceles y ha impactado en la seguridad ciudadana, con una tasa de homicidios en el país que ha alcanzado niveles alarmantes.
Actualmente, Ecuador cuenta con 35 cárceles operativas y alberga a unas 31.000 personas, muchas de ellas en régimen preventivo. La construcción de estas nuevas cárceles forma parte de los esfuerzos del gobierno para abordar los desafíos de seguridad y justicia en el país.