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El 90% de autos en Quito excede los niveles de ruido permitidos

Quito es la ciudad más grande del Ecuador y una de las más ruidosas.

jueves, 8 julio 2021 - 14:16
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Quito es la ciudad más grande el Ecuador, con 2.011 millones personas. La mayoría se moviliza día a día a hacer sus diligencias lo que ha ocasionado que esta metrópoli supere los niveles de contaminación auditiva permitidos por la OMS. Así lo ha determinado un estudio de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE).

Las investigaciones se enfocaron en el ruido de los vehículos comerciales y de trasporte público. De esta manera, se evaluó los niveles de contaminación acústica generados en una de las principales arterias viales del DMQ.

Tras realizar varias pruebas de campo, los investigadores observaron que se exceden los límites establecidos por la OMS. En vehículos de trasporte públicos, se demostró que un 90% de los datos recogidos sobrepasaban lo recomendado por la entidad de salud y solo un 10% de estas cifras estarían dentro del rango permitido en la ordenanza metropolitana n°123.

Mientras tanto, los vehículos particulares como automóviles alcanzaron exposiciones desde 80 decibeles (DB) hasta los 115DB durante los embotellamientos.

$!Tabla de presión sonora

La OMS define a la contaminación acústica cualquier ruido superior a 65 decibelios. De acuerdo a la Agencia Europa del Medio Ambiente (AEMA) este es uno de los problemas que más causan afectaciones en la salud, ya que en Europa se registran más de 72.000 hospitalizaciones al año y alrededor de 16.600 muertes prematuras.

“De esta manera, los estudios se vuelven de gran importancia, ya que nos permiten conocer los db a los que se están expuestos los usuarios dentro de sus vehículos o en el transporte público, cuyos porcentajes provocarían posibles afectaciones que, al estar expuesto de forma recurrente, pueden producir trastornos en la salud, a mediano o largo plazo”, expusieron los autores en la investigación.

Las consecuencias de la contaminación sonora en la salud pueden variar, pero se ha reconocido incidencia en el aumento de la presión arterial, dolor de cabeza, gastritis, colitis, infartos, estrés, fatiga, depresión, ansiedad, episodios de agresividad o irritabilidad al no haber descansado por la noche, y más.

Los autores del artículo de la UIDE, enfatizan en la importancia de regularizar de mejor manera los niveles de ruido que existe en el DMQ. Estos límites permiten precautelar a las personas del riesgo de contaminación auditiva generada por el tráfico y su exposición continua durante el día.

La ordenanza metropolitana n°123, expedida en 2004, ordena a los fabricantes de aparatos que generen mucho ruido, a incluir una etiqueta que indique aquella peligrosidad. Asimismo, en los lugares donde el ruido producido pueda ser malo para la salud, es obligatorio poner una señalética de advertencia.

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