Veinte años de retraso tiene la normativa que regula los niveles de las emisiones contaminantes de los vehículos a gasolina del Ecuador. Se trata de la NTE INEN 2204 que rige en el país desde el 2002.
"Para los autos modernos esta nomativa influye mucho ya que son estándares bastante pasados, anacrónicos, con respecto a tecnologías vigentes", afirma Isaac Moreno, autor de una investigación de la Escuela de Ingeniería Automotriz de la Universidad Internacional del Ecuador.
Según Moreno, la desactualización de esos valores de contaminación da pie a que en el país se permitan cifras altas de polución en comparación a Europa. Esos indicadores poco exigentes influyen al momento de permitir la importación de nuevos automotores.
"Los límites actuales permiten que los vehículos que ingresan al país emitan tantos contaminantes como lo hacían los autos europeos de hace 20 años, y eso es algo que se debe cambiar", añade.
La propuesta de este estudio es que se revise esa normativa cada cinco años. Y que los cambios que se realicen sean en base a estudios técnicos y científicos que se efectúen en el país. Además, que se tenga en cuenta la realidad técnica, social y geográfica del país.
"Si seguimos basándonos en normativas extranjeras y europeas, que tienen una realidad diferente, no se va a poder generar un cambio significativo", indica.
Calidad de la gasolina
De acuerdo a este estudio, la calidad de la gasolina que se comercializa en el país no sería impedimento para cumplir con parámetros más actualizados.
Actualmente la gasolina ecuatoriana tiene menos octanaje y más azufre que el combustible peruano y una calidad muy similar al colombiano.
"La contaminación de un vehículo a diésel es más visible, pero es menos contaminante que uno a gasolina", indica Moreno.
De esta forma, los vehículos que usan súper, ecopaís o extra generan más monóxido de carbono, un gas incoloro, invisible, que genera varias afectaciones a la salud y al ambiente.
Por eso, la colaboración ciudadana en este tema también es fundamental. Una de las recomendaciones de este estudio es que en la compra de un vehículo se tenga en cuenta sus posibles usos y no sea determinante la compra de un modelo por estatus.
Además, que se realice una revisión del sistema de combustión del automotor, en especial del catalizador, un componente del motor que sirve para el control y reducción de los gases nocivos.
"Lo ideal sería cambiar el catalizador cada dos años, pero eso es un poco difícil por la realidad económica de muchos propietarios de vehículos. Pero sí se logra mejorar esta normativa para los vehículos nuevos va a ser de mucho impacto", concluye Isaac Moreno.