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¿Cómo llegó el ecuatoriano Elio Morillo a la NASA?

viernes, 26 marzo 2021 - 05:22
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Con tan solo 27 años, este migrante guayaquileño se convirtió en uno de los ingenieros del banco de pruebas del sistema Mars 2020, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
 
Lo que logró Elio Morillo inspira e impresiona. Su historia demuestra que se pueden cumplir los sueños más allá de las situaciones adversas que puedan aparecer en el camino. 
 
Elio nació en 1993 en Guayaquil en una familia liderada por una madre soltera dedicada por más de 30 años a la docencia. “Mi madre fue una gran influencia para cumplir mis sueños. Ella trabajó en el Colegio Alemán Humboldt, todos la conocen. Para ella ser buen alumno y tener las mejores notas siempre fue una obligación”, dice orgulloso. Ya con cuatro años y debido a la crisis política y económica que vivió Ecuador a final de los 90, Elio viajó a Nueva York con su mamá en busca de nuevas oportunidades. Fueron recibidos por familiares y el niño pudo aprender a escribir en inglés y español, entre las lecciones de su escuela de Brooklyn y las de su mamá, quien se dedicaba a la limpieza de casas y a cuidar ancianos. “Mi madre hizo todo por mí y por la barrera del idioma tuvo que cambiar de oficio. Me crié en un hogar en el que los escasos recursos no me permitieron tener televisión e Internet, pero eso nunca fue un obstáculo”, aclara. 
 
De Nueva York a Puerto Rico 
 
Tras dos años en la Capital del mundo, una serie de peripecias familiares condujo a Elio hacia Puerto Rico de la mano de su mamá, en donde creció con un característico acento ‘boricua’ que sigue teniendo en la actualidad. 
 
Durante su etapa en la isla caribeña, Elio ya mostraba un gran interés por el espacio y las tecnologías que podrían ser útiles para descubrir nuevos planetas. Es más, Elio confiesa que fue un personaje de película quien de pequeño hizo que su curiosidad por la ciencia se haga casi obsesiva: “Tony Stark en “Iron Man” me inspiró a seguir el camino de la Ingeniería Aeroespacial”.
 
Y finalmente de Puerto Rico regresaron a Nueva York. “Nos pasó lo mismo que en Ecuador, mi mami se dio cuenta que la economía iba colapsando y después de cuatro años volvimos a Nueva York donde terminé mi high school”, detalla el representante ecuatoriano de la NASA que nunca dejó de brillar en los estudios hasta que uno de sus mentores, un profesor de Química de sus últimos años de colegio, lo invitó a participar en una investigación sobre agujeros negros con una de las universidades locales. “Fue un detonante para mí, me apasionó este trabajo. Luego recibí propuestas de becas de algunas universidades y me decidí por la de Michigan”, recuerda el bachiller en Ingeniería Mecánica con masterado en Diseño e Ingeniería de Sistemas Espaciales.
 
“Paralelamente me involucré en la Asociación de Ingenieros Hispanos. Cada Tony Stark en “Iron Man” me inspiró a seguir el camino de la Ingeniería Aeroespacial. año tienen una conferencia con una feria de trabajo donde me conecté con mi actual jefe hasta ingresar a la NASA en 2016”.
 
Con tan solo 23 años, el ecuatoriano estaba en la agencia aeroespacial más importante del mundo, lugar en donde empezó a trabajar verificando la aviónica, las cargas útiles llevando a cabo los procedimientos de integración eléctrica para el envío a Marte del robot explorador Perseverance.
 
Viaje a Marte 
 
Desde la base de Pasadena, California, Elio lleva cinco años con Mars 2020. Se involucró en distintos subsistemas de control de motores, de cámaras y helicópteros. Trabaja como ingeniero de banco de pruebas del sistema Mars 2020 en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, entidad que el pasado 30 de julio, logró despegar el Rover Perseverance hacia Marte en busca de rastros de vida antigua.
 
El ecuatoriano asegura que todo este tipo de misiones están aportando a dar pasos gigantes para que de aquí a 20 años un humano toque la superficie de Marte. Describe al Perseverance como el robot más perfecto que jamás ha participado en una misión en el espacio. Después de más de 480 millones de kilómetros, llegó al planeta rojo con un objetivo prioritario: descubrir vida en Marte. “Estamos volando el sistema robótico más complejo que se ha volado en la historia, ya que se va a utilizar para colectar muestras en la superficie de Marte y se van a almacenar para que una misión futura recoja las muestras y las retorne al planeta Tierra”, cuenta orgulloso. 
 
Los ingenieros que trabajan en la NASA describen esta misión como “histórica”, ya que puede marcar un antes y un después en el desarrollo de las investigaciones espaciales si se logra encontrar vida en ese planeta. 
 
El viaje de Elio para llegar hasta la NASA ha sido una verdadera odisea que atravesó gracias a la dedicación de su madre y los distintos mentores que creyeron en él. A pesar de haber crecido en uno de los barrios más peligrosos de Brooklyn, y no haber tenido televisión por cable o Internet hasta su mayoría de edad, Elio logró ser un ingeniero que hoy hace soñar al planeta Tierra trabajando en Marte.
 

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