Las cuotas a cubrir varían entre 3 a 18 dólares, dependiendo de la edad, y son exigidas a todos los comensales, incluidos dos de sus nietos que tan solo tienen tres años. Hace una única excepción con invitados menores a un año.
“En noviembre, ingreso a mi cuenta de banco para revisar quienes han realizado el pago referente a la cena navideña”, contó la mujer al medio británico The Sun. “Siempre suelo hacer una pequeña ronda de llamados extra para advertir a mis depositantes desvirolados que no olviden dar la cuota antes del 1 de diciembre”.
La mujer, de 63 años, contó que implementó el hábito tras la muerte de su marido, ocurrida en el 2016, puesto que al recaer de repente toda la financiación en ella se vio incapacitada de cubrir los costos, pese a que recibía una pensión estatal por el fallecimiento del hombre.
"Sé que algunos se quejarán y recibiré excusas como 'mi paga no ha entrado' o 'mi cuenta bancaria está congelada' y '¿puedo dejarla otra semana?', pero eventualmente recibiré dinero en efectivo de ellos por la comida", aseguró..
“Algunas personas podrían pensar que es duro imponer un impuesto a las comidas de los niños, pero es una importante lección de vida. A los nietos mayores les gusta ofrecerse a ayudarme a recuperar parte de su dinero y eso lo admiro”, acotó.
En adición, aseguró que siempre hacía una ferviente búsqueda de los productos requeridos vendidos a menor precio, para que así las cuotas sean menores y la mesa pueda lucir igual de decorada, con el tradicional pavo, refrescos, puré, diferentes ensaladas y muchos más manjares.
A pesar de que casi no ha ocurrido, en caso de que una de las personas no pague y llegue el día de la cena, está no será invitada a la celebración familiar.
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“Esperar que una persona pague toda la comida y la prepare, limpie y utilice la calefacción y la electricidad es demasiado. El importe que cobro por la cena incluye la electricidad. Para mí es una obviedad (...) Es el único camino a seguir”, dijo Duddridge.
A pesar de que la mujer refirió varias razones por las que empleaba aquella práctica que, a su parecer, eran totalmente razonables, cientos de internautas que opinaron sobre la historia tras su viralización la criticaron por cobrar a familiares y llegar a negar la entrada de allegados por temas relacionados a dinero.