Kate Middleton, uno de los miembros más queridos de la monarquía británica, reveló este viernes que le diagnosticaron cáncer.
En un video, la princesa de Gales, de 42 años, describió como un "gran impacto" la noticia e informó que se encuentra en las "primeras etapas" de tratamiento.
Su ausencia de la vida pública desde que se sometió a una cirugía abdominal el 16 de enero, por la que estuvo 13 días ingresada en una clínica londinense, había disparado los rumores sobre su estado de salud, que ahora se disipan con la confirmación de su grave dolencia.
"En enero me sometí a una cirugía abdominal importante en Londres y en ese momento se pensó que mi condición no era cancerosa", dijo Kate, quien está casada con el heredero al trono británico, el príncipe William.
Pese a que la cirugía fue exitosa, las pruebas posteriores encontraron que había cáncer.
Cuando ingresó para su operación en la London Clinic, el Palacio dijo que no se trataba de cáncer y aseguró después que la intervención había sido un éxito, si bien indicó que ella no reaparecería en público hasta después de Pascua.
Desde entonces estuvo convaleciente en la residencia de la familia en Windsor (a unos 40 kilómetros de Londres), rodeada de un aura de misterio que provocó todo tipo de teorías conspiranoicas en las redes sociales, que se agravaron cuando el 10 de marzo ella publicó en X una foto con sus hijos que admitió que había retocado.
El pasado lunes, 'The Sun' difundió un vídeo en el que se veía a la pareja paseando tras hacer compras en una granja cerca de su casa, ella sonriente, aunque bastante delgada.
Con su mensaje de este viernes, confían en que se acallarán las conjeturas, aunque, dado el interés que despiertan en todo el mundo, esto no está garantizado.
Sobre su situacion, Kate también dijo: “William y yo hemos estado haciendo todo lo posible para procesar y gestionar esto de forma privada por el bien de nuestra joven familia”.
Y agregó: “Como pueden imaginar, esto ha llevado tiempo. Me ha tomado tiempo recuperarme de una cirugía mayor para poder iniciar mi tratamiento. Pero, lo más importante, nos ha tomado tiempo explicarles todo a George, Charlotte y Louis de una manera apropiada para ellos, y asegurarles que voy a estar bien”.
La monarquía británica está en horas bajas, con el rey Carlos III también en tratamiento oncológico y el príncipe Enrique en Estados Unidos con su familia.