La desaparición de una niña de 2 años en Colombia, el pasado 15 de febrero, ha conmocionado al país. Ciudadanos se han movilizado en las calles para repartir volantes con su fotografía y la Policía y Fiscalía no han detenido sus esfuerzos de búsqueda.
El rastro de Sara Sofía Galván desapareció bajo el cuidado de su madre biológica, Carolina Galván. En 2019, el nacimiento se Sara Sofía fue sorpresivo y la familia de Carolina, además de haberse enterado tarde del embarazo, nunca supo quién era el padre de la niña. Aun así, la hermana de Carolina, Xiomara dijo que decidieron apoyarla.
Madre de hija se fueron a vivir con Xiomara, sus dos hijas, su esposo y su suegra en una casa del barrio Roma, de Kennedy, en Bogotá. Habrían podido disfrutar de lo que querían en aquel hogar, pero según diario El Tiempo, la familia notaba la falta de afecto de la madre hacia la niña.
“Le costaba su rol de mamá. Yo solía reprocharle eso”, indicó Xiomara. Había una razón para ello, y es que Xiomara y Carolina habían crecido sin la presencia de su madre, un dolor con el que han cargado toda su vida. “Mi papá y nuestra abuela paterna nos criaron”, contó.
Del padre de Sara Sofía lo que se sabe es que mantuvo una relación de una sola noche con Carolina y que cuando ella le contó del embarazo, desapareció. De la madre, en cambio, se dice que no sabía qué iba a hacer de su vida.
Según cuenta Xiomara, en octubre del año pasado su hermana les comunicó que se iba donde una amiga y dejó a Sara Sofía con ellos. En el jardín al que asistía la pequeña previamente se habían dado cuenta del descuido de Carolina hacia Sara Sofía, por lo que hubo tristeza debido al evidente abandono.
Para enero del 2021, Carolina volvió a su hogar para ver a su hija. “A ella nunca se le prohibió verla, ni entrar a la casa. De hecho, el 8 de ese mes la llevó al parque y la volvió a traer. La bebé se ponía contenta, en medio de todo adoraba a su mamá y se quedaba en un mar de lágrimas cuando se iba”, dijo Xiomara.
Una semana después regresó con la intención de quedarse con ella el fin de semana y le contó a su familia que estaba viviendo en una casa con tres niños y una niña. Xiomara argumentó que le pidió la dirección, pero Carolina “salió con que no se la sabía”.
Más tarde Xiomara se enteró que su hermana vivía con un hombre llamado Nilson Díaz y que, aparentemente, los cuatro niños con quienes residía eran sus hijos, que habían sido abandonados por su madre biológica.
Boleta de búsqueda difundida por la Policía de Colombia
“El 23 de enero me llamó por última vez y me dijo que se iba a quedar con Sara Sofía” señaló la tía de la niña.
Cuatro días después, Carolina apareció y dijo que una señora estaba cuidando a la niña y que debía ir a recogerla al finalizar su jornada. Su familia ya le había hecho cuestionamientos sobre esto, pero hasta ese momento solo respondió con evasivas.
Sn embargo, cuando Xiomara se dirigió al jardín donde asistía la menor, las maestras le dijeron que Carolina y Nilson habían acudido el pasado 29 de enero a reclamar el bono de la menor pero que ella no estaba con ellos.
“En ese momento me desesperé porque sabía que no podía poner una denuncia, se la había llevado su mamá” Se lamentó la tía de Sara Sofía.
En febrero Carolina ya no contestaba los teléfonos y la angustia de Xiomara se incrementaba, hasta que el 18 de febrero recibió una llamada de una mujer que respondía al nombre de Marisela, y la información que le entregó la dejó consternada.
UN MENSAJE OSCURO
Maricela es de origen venezolano y trabajaba como vendedora ambulante de la puerta siete del mercado Corabastos, en Kennedy. En su llamada, le contó a Xiomara que se había ganado la confianza de Carolina quien había comenzado a prostituirse, aparentemente, empujada por su nuevo conviviente.
“Me dijo que Carolina le contó que se le había muerto una niña. Me sorprendía su tranquilidad. A mí se me murió un nieto y ese es un dolor muy grande” contó Xiomara.
Según lo contado por Maricela, Sara Sofía habría pasado por días de llanto e insomnio y que a veces se negaba a comer.
“Me contó que el 28 de enero le dio a comer lentejas al almuerzo y que luego se quedó dormida. Que tres horas después la niña no despertaba y que la vio morada. La bebé había muerto”.
De acuerdo con El Tiempo, tras declaraciones en la audiencia del caso se cree que eso pudo haber ocurrido en un pagadiario que Nilson le pagó a Carolina después de ser expulsada por la dueña de la casa en donde vivía el hombre.
Carolina y Nilson metieron el cuerpo de Sara Sofía dentro de una bolsa y una caja que después arrojaron al río Tunjuelito en los límites entre Bosa y Kennedy.
“Ella siempre contaba que todo lo había hecho con Nilson”, dijo Marisela. Las acciones de la pareja habrían sido producto del miedo a enfrentar a las autoridades.
Según la testigo, Carolina era obligada a trabajar y a llevar todo lo que producía a su pareja y este, a cambio, debía callar lo que había sucedido.
La búsqueda del cuerpo continúa
“Pero todo esto me suena raro, no le veía a Carolina tanta maldad como para hacer eso”, agregó la mujer venezolana. De la misma forma, contó que Nilson seguía a Carolina y le prohibía hablar con la gente.
Antes de que el caso se volviera mediático, Xiomara tuvo que investigar por su cuenta. Así conoció a Nilson, quien le habría contado que había trabajado en temas de prostitución con mujeres y que se había retirado cuando tuvo que cuidar a sus hijos, hace cinco años.
Xiomara inició una intensa búsqueda de su hermana y cuando la halló, logró llevarla hasta la Policía. Ahí, de la boca de su hermana, escuchó la misma versión: la niña había muerto tres horas después de haber comido y dormido.
La policía recorrió el río ese mismo día, pero no encontraron rastros de Sara Sofía.
“Xiomara perdóneme, solo quería demostrarle que podía hacerme cargo de la niña”, le dijo Carolina a su hermana.
Por otro lado, Nilson sostuvo en su versión no haber saber nada de la menor. Sin embargo, decía que le reclamaba a Carolina por llevarle a Sara Sofía, ya que él no tenía dinero ni tiempo para cuidarla.
La Fiscalía General de la Nación, a través de un fiscal de la Dirección Seccional de Bogotá, imputó a Nilson y Carolina como presuntos responsables del delito de desaparición forzada agravado, cargo que ninguno aceptó.
Después el organismo obtuvo una medida de aseguramiento en centro carcelario para la pareja.
Según El Tiempo, en la investigación se evidenció que el hombre tenía conocimiento de lo que realmente ocurrió con la pequeña, y que por ello su pareja supuestamente debía entregarle todo el dinero producto de su trabajo.
En futuras audiencias la defensa de las partes mostrar evidencias que den pistas de lo que pasó realmente.
Hasta ahora se mantiene la búsqueda del cuerpo de Sara Sofía en la ladera del río Tunjuelito.