El inicio del confinamiento en el mundo produjo un cambio radical en el desarrollo comercial y productivo de diversos sectores, teniendo como principal problema las restricciones de movilidad.
Este factor generó varios inconvenientes con embarques y desembarques en diferentes puertos, provocando también un congestionamiento portuario, modificaciones de itinerarios, suspensión de rutas y de vuelos, cierre de fronteras y otros escenarios que sacudieron a todo el sector logístico. De acuerdo con la Federación de Asociaciones Nacionales de Agentes de Carga y Operadores Logísticos Internacionales de América Latina y el Caribe (ALACAT), aún existen problemas por afrontar debido a la pandemia.
Uno de ellos radica en el sector aeronáutico, el cual está afectado debido a que todavía hay países como Perú, Panamá y Colombia que lentamente están habilitando sus aeropuertos, teniendo en cuenta que los agentes utilizan el 80 por ciento de las bodegas de los aviones para los movimientos de carga.
No obstante, Galo Molina, vicepresidente de ALACAT, indica que uno de los sectores que ha sufrido menor afectación son los operadores y agentes logísticos nacionales que al tener estructuras más livianas han podido manejar sus operaciones, adaptándose a las nuevas necesidades de los clientes. Estas operaciones se volcaron principalmente al entorno digital.
María Teresa Bueno, gerente general de María Teresa Bueno Operador Logístico, indica que un factor importante fue la sistematización de varios procesos, que se han venido dando desde hace una década atrás entre el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae) y las diferentes empresas, a través de la plataforma Ecuapass.
Bueno explica que una vez enviada la declaración de importación a través de esta herramienta, el sistema arroja tres tipos de aforos: automáticos, documentales y físicos. “Durante la emergencia sanitaria, con los dos primeros aforos no hubo problema, pero en los físicos por disposición gubernamental todos aquellos que no constaran en la lista de productos catalogados como prioritarios quedaron postergados hasta una segunda etapa”, indica.
Esta decisión, generó que los importadores tuvieran que asumir pagos extras por demoras en la devolución de contenedores y por almacenaje, aunque luego esto se superó. Con este marco los agentes de aduana y demás operadores logísticos estuvieron en capacidad de seguir trabajando, incorporándose a la modalidad de teletrabajo de una forma rápida. Tanya Morán, directora ejecutiva de la Asociación Ecuatoriana de Agencias de Carga y Logística Internacional (Aseaci), afirma que siendo el sector logístico fundamental para el desarrollo de todas las actividades, este enfrentó el reto de adaptarse a un nuevo ritmo.
Para ello, la inversión que el sec-tor ha venido realizando en tecnología y digitalización de servicios influyó de forma oportuna. Por ejemplo, el grupo empresarial Mario Coka Barriga Macobsa viene desde el 2019, cambiando su cultura de trabajo, a través de plataformas tecnológicas.
Daniela Coka, gerente general de Ma-cobsa y Macob Logistics, indica que ante las medidas del Senae e incluso de la gran mayoría de navieras que digitalizaron sus procesos, la estrategia de la empresa se consolidó más. Uno de los planes estratégicos destacados del Grupo es la implementación de robótica y automatización, innovando de esta forma los procesos de agentes de aduana que hasta ahora implican una considerable labor manual.
A pesar de las dificultades que ha afrontado el comercio exterior durante la pandemia, Macobsa nunca detuvo sus operaciones, logrando un crecimiento significativo en estos últimos meses, llegando a crecer en un 41 por ciento en julio.
El grupo empresarial Mario Coka Barriga Macobsa viene desde el 2019, cambiando su cultura de trabajo, a través de plataformas tecnológicas. Foto cortesía.
Vaivén del sector
Otra empresa que sintió de cerca el incremento de sus líneas de negocio es Adipharm Express, la cual brinda los servicios de warehouse, manejo de inventarios, calidad de gestión, marcación de productos, etiquetados, distribución y otros. Su gerente de Operaciones, Juan Pablo Aguilar, indica que durante los dos primeros meses de la pandemia la empresa tuvo un crecimiento de cinco por ciento en su facturación operativa en la línea farmacéutica, por lo que tuvo que incrementar su segmento de marcación de precios.
Sin embargo, Aguilar también menciona que hubo otro segmento como el de cosméticos donde se registró una caída de facturación del 10 por ciento en ese mismo periodo. De esta experiencia, el Gerente de Operaciones, afirma que la pandemia llevó a sus colaboradores a tener una relación más directa con los clientes y personalizar sus servicios, sumado a una nueva ruta de transporte y a un plan de emergencia.