Mantener condiciones ambientales adecuadas y parámetros óptimos de pH, temperatura y de concentración de minerales en los espejos de agua es esencial para cultivar camarones sanos y de alta calidad.
Para aumentar la supervivencia del crustáceo las aguas de ingreso a los cultivos deben estar libres de virus, bacterias, sólidos suspendidos y metales pesados, iguales cuidados merecen las aguas de procesos de las empacadoras y las residuales.
Eddie Cevallos, gerente técnico de
Aqua y Sistemas, explica que estas últimas deben seguir procesos de depuración, de acuerdo con las normativas, según los cuerpos donde descargue o los usos posteriores. Un aspecto adicional que debe pensarse en su reúso a través de tecnologías confiables.
Para el sector camaronero la empresa ofrece tecnologías que garantizan economía y eficiencia en los procesos de clarificiación, potabilización, ultrafiltración, desinfección UV, oxidación avanzada, desalinización de aguas saladas y salobres, reactores biológicos de depuración y clarificadores secundarios o a través de MBR.
“Podemos asistir al sector acuícola ante problemas como: virus de la mancha blanca, SARS-CoV-2 y demás virus y bacterias que no son aceptables no solo para el ser humano. Además, podemos mejorar la productividad de los cultivos, realizar una correcta desinfección y mejorar la su pervivencia, reduciendo el uso de químicos”, manifiesta.
Para esta industria, la firma internacional Veolia ofrece una variedad de tecnologías upstream y downstream, tales como: tratamiento de agua de proceso (filtración, ultra filtración, ablandamiento, desmineralización); y tratamiento y acondicionamiento químico (agua de alimentación de calderas, torres de enfriamiento).
A esta oferta se suma el tratamiento y reúso de efluentes; operación y mantenimiento de instalaciones de tratamiento de efluentes líquidos (primario, secundario y terciario); digestión aeróbica y anaeróbica; gestión de lodos residuales; reutilización de agua de proceso, entre otros.
El gerente de Servicios Industriales, Luis Gerardo Sisco, comenta que la compañía ha desarrollado para la piscicultura en Europa, su propia
tecnología RAS (Recirculating Aquaculture System). Este sistema de tratamiento de agua y recirculación de última generación permite que los peces se críen en un entorno controlado y estable, lo que optimiza su crecimiento, índice de conversión alimenticia y supervivencia.
“Estamos interesados en brindar las soluciones y servicios que tenemos en otras partes del mundo a la industria camaronera de Ecuador. Recientemente, hemos tenido contacto con la industria local explorando en conjunto los posibles proyectos con soluciones para el tratamiento de sus efluentes; las inquietudes del sector se fijan en el cumplimiento de la normatividad local vigente; la mejora de desempeños e indicadores de tratamiento; la trazabilidad de datos; y la disminución de costos operacionales”, señala.
Una empresa ecuatoriana que también está trabajando con tecnologías eficientes para el manejo responsable del agua es
HydroAzul. Su gerente de Investigación y Desarrollo, Bolívar Trujillo, comenta que para el sector acuícola ofrece sistemas de tratamiento para depurar sus efluentes, así como procesos de filtración con filtros autolimpiantes de acero inoxidable y equipos para el control de algas.
Para la recuperación de cuerpos de agua, cuenta con un sistema de oxigenación, mediante nanoburbujas que hace posible el aumento de la transferencia de oxígeno, lo que permite aumentar la producción, mejorar el metabolismo de los camarones y reducir su mortalidad.
“Investigaciones realizadas en India demostraron que el uso de nanoburbujas en camarones (L. vannamei) permite un bajo recuento presuntivo de Vibrio sp en comparación con el uso de un aireador convencional. Esta tecnología se está implementando alrededor del mundo con resultados prometedores, Chile, Colombia y otros países sudamericanos ya la están utilizando”, manifiesta Trujillo.
Planta de bioconversión
Veolia Ecuador en alianza con la empresa francesa MUTATEC construirán en Guayaquil una planta piloto de producción de proteína de insectos a partir de la gestión de residuos orgánicos, la misma que será incorporada en lotes experimentales de alimentos balanceados para el sector acuícola.
La infraestructura tendrá una inversión de un millón de dólares y se levantará en un terreno de aproximadamente 1.400 m2. La planta tendrá mensualmente la capacidad para procesar 30 toneladas de desechos orgánicos, y de producir una tonelada de proteína de insectos.
El proceso permitirá convertir residuos agrícolas y agroalimentarios en proteínas para la alimentación del camarón, mediante la cría de las larvas de la mosca soldado negro o Hermetia illucens. Estas proteínas serán una alternativa sustentable para la alimentación acuícola, pues tienen la ventaja de provenir del aprovechamiento de materiales orgánicos que de otro modo se desperdiciarían.