Verónica Chávez , la primera mujer en dirigir un gremio lácteo de Ecuador
En el Centro de Industrias Lácteas (CIL), Verónica Chávez cumplió un año en su cargo. Su trabajo ha creado valor al gremio.
Con trayectoria en relaciones internacionales en el sector privado y público, en 2023 la guayaquileña Verónica Chávez Man-Ging fue elegida por el Centro de Industrias Lácteas (CIL) como su directora ejecutiva, un cargo que por primera vez, fue concedido a una mujer.
¿Cómo logró alcanzar este cargo? Chávez menciona que su llegada fue a ciegas. La contactaron por medio de un headhunter para ocupar el cargo de Directora Ejecutiva pero no le mencionaron de qué gremio era, solo que se trataba de un sector representativo, con sede en Quito.
El puesto no estaba listo para que tomara asiento de una vez y empiece a trabajar. Al igual que ella, tres candidatos más (todos hombres) estaban compitiendo por el cargo. Para definir al mejor, la junta directiva consideró necesario que cada uno desarrolle la resolución de un caso.
Fue entonces cuando Chávez supo que se trataba del sector lácteo, un desafío totalmente diferente a los que venía tomando, porque las empresas de esta industria están enfocadas en el consumo interno y su experiencia se ha desarrollado en los mercados del exterior.
Su trayectoria profesional de más de dos décadas ha estado muy cercana a los gremios y a las relaciones internacionales como en la Corporación de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Corpei), en donde hizo carrera por más de 10 años. También fue la coordinadora general de la Asociación de Industriales Latinoamericanos (AILA), la directora de Desarrollo de Negocios en la Cámara de Comercio de Guayaquil y la directora de Relaciones Internacionales en el Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (Senae).
Pero en su prueba de ingreso a la CIL, fue evaluada por proponer acciones de respuesta frente a una posible paralización y estrategias para mejorar el gremio. Entre los cuatro candidatos, la mejor propuesta de valor fue la suya y luego de una semana le dijeron que la seleccionaron para el cargo.
Chávez señala que tenía que organizarse casa adentro, pues divorciada, con dos hijos (de 20 y 15 años) consideró que debía iniciar un proceso de adaptación antes de mudarse a la capital, sobre todo porque en pandemia vivió seis meses en México mientras estaba en el Viceministerio de Promoción de Exportaciones e Inversión.
En ese cargo, recuerda que tuvo que “apagar incendios de los más difíciles”. Entre los problemas a enfrentar comenta que fue el hecho de reinventarse como institución porque debían seguir promoviendo al país y a la par resolver temas como la retención de contenedores de productos de exportación en China.
Ya en su cargo actual, sostiene que recibió muchas felicitaciones al igual que observaciones porque “el sector lácteo es dominado por hombres”. Pero ella considera que fue un reto que lo recibió con gusto porque está convencida de que puede darle equilibrio, con su experiencia, en la creación de servicios.
En 2023 el CIL impulsó la creación del Clúster Lácteo con la participación del sector público, privado y la academia para trabajar en innovación, competitividad y emprendimiento. De igual manera, se destinaron alrededor de US$ 77 mil para la creación del primer Observatorio Lácteo del país.
Y desde que Chávez asumió su nuevo rol trabaja en tres horizontes: recuperar la vocería de la institución, crear valor para los socios y buscar los acercamientos con la cadena.
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