Con carácter de urgente, la Asamblea Nacional trata la Ley Orgánica para el Desarrollo Económico y Sostenibilidad Fiscal tras la pandemia de Covid-19, en la que el Ejecutivo propone gravar con el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a nuevos bienes ecoamigables, que antes estaban libres de esta tasa.
Estos bienes son:
- Lámparas LED: la iluminación más sostenible que existe en el mercado.
- Cocinas eléctricas y de inducción (incluidas aquellas con horno)
- Ollas de uso doméstico para cocinas de inducción o eléctricas.
- Y sistemas eléctricos de calentamiento de agua, incluido duchas.
A diferencia de lo que se contemplaba en la Ley Creando Oportunidades, devuelta al Ejecutivo por infringir el principio de unidad de materia, en el proyecto actual algunos bienes ambientalmente amigables fueron retirados de la lista para que se mantengan exentos del IVA. Estos bienes son los vehículos eléctricos particulares; las baterías, cargadores para vehículos híbridos y eléctricos de transporte particular; paneles solares y las plantas para el tratamiento de aguas residuales.
Que en el proyecto actual se mantenga el 0 % de IVA para estos bienes es bien visto por analistas económicos y representantes de sectores comerciales. Sin embargo —apuntan — lo ideal sería que tampoco se aplique este impuesto a otros bienes que usan energías limpias, siguiendo la lógica mundial de cuidado ambiental.
“Si bien se ha retirado la afectación del IVA a bienes como los vehículos eléctricos, que este impuesto se mantenga para bienes como cocinas eléctricas y de inducción es un contrasentido porque, al final, está promoviendo el uso del gas que está subsidiado. Así que considero que debería corregirse”, opina el analista económico y académico, Oswaldo Landázuri, quien compareció ante la Comisión de Desarrollo Económico de la Asamblea, que debate la reforma.
Con él coincide el investigador y columnista económico, Alberto Acosta Burneo, quien piensa que la aplicación del IVA a las cocinas de inducción y, por otro lado, la eliminación del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) para bienes como calefones (calentadores de agua a gas) solo apuntan al desincentivo del uso de energías limpias y promueven el uso del gas.
“(El proyecto) se está yendo en contra de las mismas cuentas fiscales porque el gas es el mayor subsidio que existe en el país, para este año se proyectó un subsidio mayor a los 800 millones de dólares. Entonces, al incentivar el uso de artefactos a gas, lo que se está haciendo es promover el consumo del servicio más subsidiado que existe en el país y por el que se da una cantidad impresionante de recursos fiscales”, comenta Acosta Burneo.
Por su parte, el presidente de la Cámara Automotriz Ecuatoriana, David Molina, aplaude que no se vaya a aplicar el IVA para vehículos eléctricos, así como sus accesorios, pero considera que los incentivos deberían ser “únicamente” para los vehículos eléctricos. En la reforma se busca eliminar el ICE para los vehículos híbridos de más de 35 mil dólares.
“No hace mucho sentido bajar los impuestos a los vehículos híbridos porque lo que se hace es ponerle en el mismo nivel de beneficio que un vehículo eléctrico y provoca que los vehículos eléctricos no se vendan en el país. Además, los carros híbridos de más de 35 mil dólares tampoco benefician a la calidad del medioambiente porque son vehículos de motores muy grandes que terminan siendo muy contaminantes”, sostiene Molina.
"No me parece que sería adecuado gravar esos productos, porque equivaldría a perjudicar el futuro ambiental del ecuador con el objetivo de crear un beneficio económico", aseguró a Vistazo el presidente de la Comisión Económica de la Asamblea, Daniel Noboa Azin.
El parlamentario dijo también que se están contemplando las correcciones de la propuesta "y las conocerán pronto, puesto que aun nos encontramos en proceso de debate y redacción".
¿IMPACTO EN LAS VENTAS?
El director de estudios económicos y estadísticos de “Inteligencia Empresarial”, Freddy García, considera que “no habrá un cambio significativo en las ventas” de los bienes que utilizan energías limpias a los que se propone gravar IVA.
“En el caso de las cocinas eléctricas y de inducción, estas no han mostrado una demanda sólida a pesar de gravar IVA 0%. Es decir, el incentivo no ha sido suficiente para que la mayoría de la población opte por este tipo de producto. Probablemente, el problema no es el precio en sí mismo sino los costos adicionales que acarrea tener una cocina de este tipo o incluso la cultura del ecuatoriano promedio”, menciona.
Con relación a los focos led, que utilizan tecnología ahorradora de energía, el experto económico cree que aún con el incremento del precio por el IVA, la gente no dejará de comprar estas bombillas porque incrementarían “sus costos en las planillas”. Una bombilla que, actualmente, cuesta en promedio $3 dólares, con IVA podría costar $3,36, calcula García para ejemplificar.
Por su parte Xavier Andrade, investigador del Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP), considera que sería necesario analizar si realmente la demanda de cocinas eléctricas y de inducción tiene un impacto considerable en el bolsillo de los compradores, entendiendo que la “preferencia de la gente es por las cocinas a gas”.
“En las comparecencias que ha habido en la Comisión de Desarrollo Económico sí se ha sugerido el dejar con el 0 % del IVA a estos bienes que puedan ayudar a la descarbonización de la economía. Pero creo que ya se ha hecho con los más significativos como paneles solares y vehículos eléctricos. Si a los otros bienes también se les podría dejar sin IVA sería lo ideal, aunque también supongo que se está evaluando el tema recaudatorio”, agrega.