Tungurahua, una provincia que continúa afrontando desafíos productivos
La modernización de los procesos y la búsqueda de nuevos mercados son dos de las grandes aspiraciones que busca el sector empresarial tungurahuense.
Comercio e industria son dos sinónimos de la provincia de Tungurahua. Allí se consolidan diferentes sectores que convergen en esas actividades económicas. A pesar de una ligera contracción en las ventas y exportaciones provinciales, Tungurahua se ha mantenido a flote por la llegada de nuevos negocios, así como también en la innovación de su producción.
Las cifras del SRI muestran que en Tungurahua se facturaron 4.500 millones de dólares por ventas y exportaciones en el último año. Aunque representa un decrecimiento del 13 por ciento, esta fue una realidad que afectó a 23 de las 24 provincias del país, a excepción de Zamora Chinchipe. Los empresarios explican que la demanda de su producción aumentó en 2022 por el desabastecimiento, pero ya para 2023 el mercado se estabilizó.
Sin embargo, desde ese entonces, la provincia enfrenta nuevas problemáticas de cara al crecimiento económico. “La matriz productiva de Tungurahua es en mayor cantidad para la venta local, hay muchas empresas pequeñas y micro”, explica Cristina Hernández, presidenta de la Cámara de Comercio de Ambato. Si bien reconoce que las grandes empresas son relevantes para la provincia, la mayoría se enfoca a la economía local y de escala.
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Este sector vio complicaciones en el último año, expone la ejecutiva gremial. Uno de esos es la informalidad. “Se comienza a tergiversar al comerciante autónomo del informal y se complica el control”, comenta. Lo mismo ocurre con la competencia desleal, relacionada a la venta por redes sociales, que no es regulada, y el contrabando, que llega de Colombia y Perú con productos locales, pero a menor precio.
No obstante, el sector industrial encuentra en la provincia un lugar ideal para el crecimiento de sus operaciones. Ignacio Ayala, docente investigador de la Universidad Indoamérica, la cultura industrial instalada en Tungurahua ha evolucionado con los años, al implementar procesos de calidad. “Es un ecosistema empresarial fuerte porque tienen aspiraciones de competir internacionalmente. Por más pequeña que sea, estas empresas cumplen normativas”, agrega.
Objetivo en el mundo
Precisamente, con una mira a promover el comercio exterior, la multinacional de logística y envíos DHL inauguró un centro de operaciones en Ambato. Edith Villavicencio, gerente general de la compañía en Ecuador, explica que, en sus análisis de inversión y expansión, se consideró a Tungurahua como un polo de desarrollo por la presencia de industrias y pymes potenciales. “Buscamos ayudar a internacionalizar a estos sectores (artesanal, textil, cuero, alimentos y bebidas). Si bien tienen una producción local reconocida, con nuestra presencia buscamos expandir estos mercados y que vean en la exportación una oportunidad de crecimiento”, apunta.
Villavicencio indica que su aporte no se centra exclusivamente en el servicio, sino en compartir el conocimiento. Por tal razón, realizan capacitaciones en logística y marketing para una pyme: “queremos que asuman el reto para que participen”, expone.
Varios caminos han conducido a una fuerte relación entre la provincia de Tungurahua con el sector automotor. En una vía se explica que, por la ubicación geográfica, en Tungurahua se fortaleció el movimiento de transporte. Con el tiempo, eso impulsó a nuevos negocios como la venta de repuestos, llantas, hasta, servicios e industrias. Por otra vía se relaciona a la afición del deporte automovilístico. Varios pilotos tungurahuenses han sido campeones de diferentes competencias nacionales, lo que generó en sus coterráneos una pasión por el deporte tuerca.
Lo cierto es que hoy, el automotor es el principal sector de la economía tungurahuense. Según cifras del SRI, cuatro de las 10 actividades que más ingresos generan en la provincia están ligadas a este sector. La venta de vehículos nuevos y usados es la principal fuente en todo Tungurahua, en el último año generó 559 millones de dólares. Le sigue la comercialización de partes, piezas y accesorios para autos con 157 millones. Por otro lado, la venta de combustibles para vehículos alcanzó los 139 millones.
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En la provincia se ha desarrollado en el segmento carrocero y cuenta con una de las tres ensambladoras de autos en todo el país: Ciauto, la sexta compañía más grande de Tungurahua.
Así lo explica Ignacio Ayala, docente investigadora de la Universidad Indoamérica. “Es una evolución pasar de la carrocería al ensamblaje. Lo bueno es que estas empresas normalicen e implementen procesos de calidad”, expone. Volviendo a la vía del afecto de los tungurahuenses hacia los autos, la calidad de su producto más el cuidado que le tienen ha hecho que la reventa sea su fuerte.
“El vehículo con placa de Tungurahua es muy valorado, hay gente de otras provincias que viene acá específicamente a buscar estos autos usados”, expone Cristina Hernández, presidenta de la Cámara de Comercio de Ambato. La ejecutiva expone que esa actividad económica propulsó la especialización del sector automotor a partir de la creación de patios de autos usados, seminuevos y nuevas unidades.
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