La Asamblea Nacional empezó a tramitar la propuesta de reforma tributaria esta semana en la Comisión de Desarrollo Económico. Los asambleístas establecieron un cronograma para su tratamiento, pues tienen hasta el 28 de noviembre para emitir un informe.
La ley enviada con carácter urgente busca la recaudación de alrededor de 1.900 millones de dólares en los dos primeros años de gestión, lo que ayudaría, entre otras cosas, a fortalecer programas sociales. ¿Cuáles son los principales cambios?
En entrevista con Vistazo en vivo, el economista y director de la Corporación para el Desarrollo (Cordes), José Hidalgo, explicó que hay dos importantes cambios.
El primero tiene que ver con el impuesto a la renta a las personas naturales. Quienes ganan un valor superior a los 5.000 dólares al mes son los que deberán pagar más.
Mientras que aquellos que tienen ingresos de 2.000 a 5.000, el aporte será proporcional.
“La tasa del impuesto que paga una persona que gana 2.000 dólares al mes siempre va a ser menor que una persona que recibe 10.000 dólares. Es un impuesto progresivo porque quienes más ganan cada vez tienen que pagar una tasa más alta”.
El segundo cambio está en el impuesto al patrimonio tanto de las personas naturales como de las empresas.
En el caso de las personas naturales, lo que se está proponiendo es una contribución entre el 1 y 1,5% para quienes tengan un patrimonio mayor al millón de dólares o mayores a dos millones en el caso de una sociedad conyugal, por una sola vez, es decir, se aplicaría en el 2022.
Sin embargo, en el caso de las empresas, Hidalgo menciona que hay una modificación “un poco preocupante”, pues en la Ley de Creación de Oportunidades se establecía que el impuesto iba dirigido para empresas con patrimonios mayores a un millón de dólares.
Pero tenían que cumplir dos condiciones adicionales: haber visto incrementado sus ingresos entre 2019 y 2020 y haber registrado utilidades el año pasado. “De esa manera se evitaba que las empresas que hayan tenido una afectación muy severa, como consecuencia de la pandemia, tuvieran que pagar adicionalmente este impuesto al patrimonio”.
Ahora la nueva propuesta, “eleva el umbral, empiezan a pagar las empresas que tienen patrimonios de cinco millones o más, sin embargo se excluyen las otras dos condiciones”.
“No se está poniendo una condicionalidad adicional a fin de evitar que las empresas que hayan sufrido una afectación importante en la pandemia no sean obligadas a pagar ese impuesto al patrimonio”, dijo el economista.
Agregó que “es más contraproducente un impuesto al patrimonio a las empresas porque son las que invierten y generan empleo que un impuesto al patrimonio a las personas naturales”.
Conozca más detalles del proyecto de reforma tributaria en la entrevista completa de Vistazo en vivo junto a la periodista María Belén Arroyo: