El canciller ecuatoriano se reunió con el alcalde de Nueva York para discutir la situación de los migrantes ecuatorianos
El ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, Gustavo Manrique, se reunió este viernes con el alcalde de Nueva York, Eric Adams, con la finalidad de conversar sobre la búsqueda de "soluciones en favor de los migrantes ecuatorianos".
"Acordaron tomar acciones conjuntas con el fin de atender las necesidades, en especial de las madres trabajadoras, a través de fondos de la ciudad y de talleres comunitarios impulsados por el Consulado en Nueva York", anunció el jefe de Estado, minutos después de que la reunión concluyó.
"El alcalde reconoció al Ecuador por su preocupación y compromiso ante la situación migratoria regional. Vamos a seguir coordinado con él medidas de atención para los ecuatorianos en esta gran ciudad", concluyó el mandatario, quien compartió varias fotos del canciller ecuatoriano y el burgomaestre de la "Gran Manzana" interactuando.
El encuentro diplomático se llevó a cabo tras una serie de declaraciones emitidas a inicios de este mes, en las que Adams aseguró que el elevado flujo de migrantes que llegan a la ciudad para radicarse era un problema con el potencial de destruirla. Con pesimismo en ese entonces, declaró que no veía un final para aquella situación.
"Recibimos diez mil inmigrantes al mes. Una vez recibíamos de Venezuela, ahora llegan de Ecuador, ahora tenemos de Rusia viniendo por México, de África occidental, ahora recibimos gente de todo el mundo", dijo Adams en un video difundido en redes sociales recientemente,
Asimismo, el alcalde dijo "todas las comunidades de la ciudad se verán afectadas. Tenemos un déficit de 12 mil millones de dólares, que vamos a tener que cortar, y todos los servicios se verán afectados", al resaltar que "la ciudad que sabíamos que estábamos a punto de perder, la estamos perdiendo".
El pasado mes, en distintos puntos de Nueva York surgieron quienes se quejan por la llegada de inmigrantes que son alojados en escuelas vacías, gimnasios o albergues montados con enormes carpas con cientos de camas y comedores colectivos.
Con más de cien mil solicitantes de asilo llegados desde abril del pasado año a Nueva York, obligada por ley a proporcionar un techo a todo el que lo solicite, la Alcaldía dedicará 12.000 millones de dólares a hacer frente a la crisis migratoria, anunció el alcalde a principios de agosto.
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Por esa razón, la ciudad y el estado de Nueva York presionan cada vez con más insistencia al gobierno federal para que agilice la concesión de permisos de trabajo que permita que los más de 100.000 inmigrantes salgan de una asistencia que está costando millones de dólares y puedan independizarse.
Pero además de los permisos de trabajo, el alcalde de Nueva York exigió que el estado de emergencia sea declarado para gestionar la crisis en la frontera y se distribuyan equitativamente los solicitantes de asilo por todas las ciudades del país.
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