“No somos como México y no vamos a llegar a serlo”, respondió la fiscal Diana Salazar a The Economist tras ser cuestionada sobre el avance del narcotráfico en el Ecuador, pero advirtió que los carteles de ese país operan como “un para-poder”. Además, reiteró al medio internacional que no tiene intenciones de postularse a un cargo público y rechazó las acusaciones de parcialidad en su contra.
El artículo publicado este jueves 27 de febrero del 2025 inicia narrando que es usual que Salazar sea seguida por “compatriotas poco amigables”. Por ejemplo, menciona que recientemente una motocicleta siguió al vehículo de la funcionaria y la conductora era la hermana de un narcotraficante investigado, pero no precisó nombres.
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Luego, se describe el desbordamiento del narcotráfico que ha transformado al Ecuador de un oasis de paz a la nación más violenta de América Latina continental.
Además, se resalta el caso Metástasis, una investigación que dejó en evidencia la incrustación del crimen organizado en varias entidades del Estado. Salazar apuntó que el teléfono de Leandro Norero proporcionó “la primera visión de lo que estaba ocurriendo en la sociedad”.
Por el momento, la Fiscalía ha presentado cargos contra 76 personas, incluidos exlegisladores, jueces, policías y funcionarios del sistema penitenciario. De ellos, 44 han sido sentenciados a prisión y dos docenas recibieron reducciones de pena tras admitir su culpabilidad. Los juicios continúan.
La gestión de Diana Salazar también ha sido cuestionada sobre todo por el correísmo, que la llama “la fiscal 10/20”, en referencia a sus calificaciones en una parte del examen nacional para la profesión, omitiendo que obtuvo la puntuación general más alta del país.
Ella, en cambio, se pregunta en The Economist si estos ataques tienen algo que ver con el hecho de ser una mujer negra, algo poco común en los círculos de poder de Ecuador.
Además, rechazó las acusaciones de parcialidad, pues resaltó que ha procesado a altos funcionarios del gobierno del expresidente Guillermo Lasso, así como su cuñado, y mantiene una investigación contra Lenín Moreno por presuntos sobornos.
“La corrupción no tiene bandera blanca, amarilla, verde ni roja”, manifestó Salazar, quien agregó que si los funcionarios corruptos están vinculados a un grupo político, “eso no es culpa de la Fiscalía, sino de los funcionarios que cometen los crímenes”.
“Y quien tenga que caer, que caiga”, reiteró la fiscal.
Al ser cuestionada sobre la idea de postularse a un cargo público, ella contestó:
Finalmente, Salazar comentó que aún hay tiempo para evitar que los narcotraficantes se arraiguen irreversiblemente en Ecuador.
“No somos como México y no vamos a llegar a serlo”, subrayó la titular del Ministerio Público, pero advirtió que los carteles en ese país operan como “un para-poder”.
Salazar culminará su periodo el 8 de abril, aunque podría estar más tiempo, ya que aún no se concreta el concurso para elegir al nuevo Fiscal General del Estado.