Con el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva, Brasil puso fin este domingo 30 de octubre a las elecciones presidenciales más importantes en casi cuatro décadas de democracia.
Después de un tormentoso paso por prisión, entre 2003 y 2011, Lula recuperó la Presidencia brasileña, mientras que el ultraderechista Jair Bolsonaro se convirtió en el primer mandatario de ese país que no logra la reelección.
Con el 99 % de los votos escrutados, Lula lideró la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo en Brasil con el 50,8% de los votos válidos, frente al 49,2 % del mandatario Bolsonaro, según los datos oficiales.
Son casi dos millones de votos de diferencia. Más de 156 millones de personas estaban llamadas a acudir a las urnas para elegir entre dos modelos de país: el representado por el ultraderechista Bolsonaro, o uno moldeado desde la izquierda encabezada por Lula da Silva.
El líder ultraderechista lideró en la primera parte del conteo; llegó a tener una ventaja de 14 puntos porcentuales y solo fue superado por su rival con poco más del 67 % del escrutinio, cuando comenzaron a ser contabilizados los votos de las pequeñas ciudades y de las regiones periféricas.
De la misma forma, en la primera vuelta, Lula, señalado por los sondeos como el favorito a vencer este domingo, se mantuvo gran parte del escrutinio en el segundo lugar y tan solo pasó a liderar cuando el porcentaje de votos contabilizados superó el 70 %.
El dirigente progresista venció la primera vuelta, el 2 de octubre pasado, con el 48,4 % de los votos válidos, pero, como no obtuvo más de la mitad de los sufragios, tuvo que medirse este domingo en el balotaje con el líder ultraderechista, que recibió el 45,2 %.
Lula da Silva asumirá el mandato el 1 de enero próximo.