La candidata presidencial Luisa González cerró febrero y arrancó marzo con el acelerador a fondo. El primer día de marzo, durante la investidura presidencial de Yamandú Orsi, en Uruguay, mantuvo reuniones bilaterales con líderes de la región. Su equipo de campaña resaltó el encuentro con el flamante mandatario uruguayo, con quien intercambió experiencias sobre políticas públicas exitosas y sentó bases para colaboraciones futuras entre las dos naciones.
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En ese contexto, la candidata continuó su agenda de reuniones. Con la primera mandataria de Honduras, la primera mujer en conducir los destinos de ese país centroamericano, dialogó sobre el papel fundamental de las mujeres en la política y la necesidad de fortalecer las políticas de igualdad. “Ambas lideresas reafirmaron su compromiso con la equidad y la inclusión social en sus respectivos países”, según comunicó su equipo de prensa.
También se encontró con personajes del denominado socialismo del siglo XXI como Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y José Mujica, expresidente de Uruguay.
A su regreso, la presidenciable y finalista al balotaje de abril por Revolución Ciudadana, González explicó que fue invitada al cambio de mando en Uruguay. Recalcó que las reuniones que mantuvo con mandatarios y delegados de países latinoamericanos buscaron fortalecer las relaciones internacionales, pues “nuestro objetivo es integrar a Ecuador al mundo”.
Y en varias entrevistas de prensa, el primer miércoles de marzo, anunció que una de las primeras acciones será revertir el contrato del campo petrolero Sacha al consorcio petrolero Sinopetrol.
“El gobierno está entregando el campo Sacha sin un proceso de licitación transparente, sin concurso público y en condiciones que perjudican al país. Este contrato lo vamos a revertir porque los recursos naturales son de los ecuatorianos y no se pueden rifar de esta manera. Además, si incluye cláusulas de arbitraje internacional, es aún más ilegal, ya que nuestra Constitución y la última consulta popular prohíben someterse a tribunales extranjeros”, afirmó González.
Dijo, además, que este contrato dejará al país con solo el 12,5 por ciento de los ingresos generados por el campo Sacha, mientras que el 87,5 por ciento irá a la empresa adjudicataria.