*OPINIÓN
Por Pablo Cardoso, director del Observatorio de Políticas y Economía de la Cultura
La reciente investigación “Gestión de Políticas Culturales en los Municipios” del Observatorio de Políticas y Economía de la Cultura de la Universidad de las Artes, en colaboración con la Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME), ha revelado algunas de las carencias de la administración local de cultura a partir de una muestra de alrededor de 30 municipios de distinta talla. El diagnóstico es preocupante: los municipios no cuentan con talento humano con formación en este ámbito (57,14%), ni con procesos de capacitación en temas de cultura para su personal (78,57%) e incluso algunos municipios (21,43%) no cuentan con unidades administrativas especializadas que gestionen la cultura, lo que deriva justamente en que las misiones de la política cultural se confundan con espectáculo o -peor aún- se subyuguen a las del turismo.
Además, deben considerarse las limitaciones de recursos, ya que el 100% de municipios encuestados consideró el presupuesto asignado a cultura como insuficiente. Al respecto, sería interesante examinar la reciente asignación que por concepto de fondos de la competencia de cultura y patrimonio que el Ministerio de Finanzas acaba de transferir a algunos municipios del país, cumpliendo tras 10 años lo que dictamina el COOTAD. Por otro lado, el campo de la Cultura ha quedado reducido en materia de las políticas públicas de la ciudad al eventismo vinculado en gran medida a la consecución de objetivos proselitistas y sin una planificación que considere las necesidades del contexto local y regional.
Este escenario evidencia deficiencias en el enfoque con el que se conduce el área de cultura a nivel de GAD y la escasa importancia que ocupa en la agenda de estas instituciones. Según datos del SERCOP recogidos en la investigación del Observatorio, los Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales son la instancia gubernamental con mayor participación en la compra pública de bienes y servicios culturales, con un 88.7 % del total de contratación estatal en el campo cultural y artístico entre 2019 y agosto de 2022. La mecánica del Sistema Nacional de Cultura depende en gran medida de los aciertos y desaciertos en el uso de estos recursos, razón que no hace más que incrementar la atención que se debe prestar a la gestión de las nuevas autoridades entrantes este 14 de mayo.
Una arista de fondo que quisiéramos presentar a las autoridades entrantes para revalorizar y priorizar la gestión municipal de cultura es la necesidad de pensarla desde y con la ciudadanía, y desde el contacto cotidiano que los habitantes de las urbes tenemos con la diversidad de manifestaciones culturales -artísticas y no artísticas- que nos habitan y nos rodean. Únicamente el cumplimiento cabal de los derechos culturales, a partir de un equilibrio planificado de una agenda plural de actividades culturales públicas no tarifadas y de la posibilidad que los ciudadanos debemos tener para consumir cultura pagada diversa, puede fortalecer a un sector cultural que pena en recuperarse de los efectos mixtos de la prolongada depresión económica ecuatoriana, los efectos rebote de la pandemia y de la actual crisis de violencia e inseguridad que atraviesa el Ecuador.
Justamente, es imprescindible sentar a la cultura en la mesa de discusión de los grandes problemas nacionales que nos aquejan actualmente. ¿Qué relación tiene la Cultura con la crisis de inseguridad y violencia que vivimos? Pues mucha, porque la violencia está incidiendo en nuestros modos de vivir y de relacionarnos como sociedad, y estas son dimensiones imprescindibles que debemos explorar para plantear estrategias fundamentadas en lo simbólico y en lo sensible, en la posibilidad de establecer nuevas narrativas de convivencia social, en necesidad de mejorar nuestros sistemas educativos a través de una mejor aproximación al arte, en repensar el uso del tiempo de ocio de la sociedad, en la reivindicación de las expresiones tradicionales populares colectivas como mecanismos de cohesión social, es decir en la posibilidad de que la cultura sea una de las herramientas que nos ayuden a salir de los tiempos sombríos y convulsos que vivimos.
Desde la academia y la sociedad civil, la Universidad de las Artes en alianza con la Sede Nacional de Casa de la Cultura Ecuatoriana, proponemos un espacio para pensar en conjunto esta problemática con las nuevas alcaldías, prefecturas y juntas parroquiales -y sus dependencias/responsables de gestión de la cultura- en lo que hemos denominado: “Cultura, respuesta estructural a la Violencia: Encuentro de Gobiernos Locales por la Paz”, evento que tendrá lugar en Quito el 19 de junio en la Sede Nacional de la Cultura, y en Guayaquil el martes el 20 de junio en la Universidad de las Artes, y a las cuales se convocarán a las autoridades locales recientemente posesionadas y a sus equipos de cultura.
Alcalde, Alcaldesa: apuéstele a la cultura como una herramienta de política pública integral, como un eje principal en su gestión política, hágalo con plata y persona, es decir otorgando los recursos económicos necesarios e integrando a sus equipos de trabajo a profesionales técnicos del campo. No improvise, ¡está a tiempo de marcar la diferencia!
*Pablo Cardoso es el director Observatorio de Políticas y Economía de la Cultura de la Universidad de las Artes, economista especializado en los ámbitos de economía de los saberes, de la cultura y la creatividad. Docente e investigador de la UArtes. Doctor en Economía por la Université de parís 1 Panthéon-Sorbonne. Sus líneas de investigación son: economía de los conocimientos, saberes, cultura e innovación; políticas públicas y sistemas de gobernanza, y propiedad intelectual, derecho de autor y capitalismo cognitivo.