Frances Swett: yoga, arte y bienestar
Escribir todos los días y salir a caminar sin distracciones como el celular o la música son algunas de las prácticas de Frances para su bienestar integral.
Entre ser artista escénica, instructora de pilates, escritora, coach de nutrición holística y maestra de yoga, que en realidad más que ser una “maestra” se siente una persona que simplemente comparte sus conocimientos y aprendizajes en esta práctica ancestral, Frances Swett es el matrimonio entre sus pasiones y el bienestar integral, un matrimonio que al igual que otros, trabaja todos los días en prácticas que la lleven hacia ese horizonte de crecimiento y estado de unión, que significa estar completo dentro de ti mismo.
Después de pasar por un 2022, que para ella fue dinamita, la guayaquileña de 41 años, que vimos en producciones televisivas como “Maleteados” y “Cuatro cuartos” y en obras teatrales como “Paraíso Siteriano”, hoy en día está enfocada en su sanación y tiempo personal. Temporada que está repartida entre sus clases de yoga, sesiones de pilates y proyectos actorales, y que con gusto nos abre las puertas de su casa para comentar sobre esta transición hacia un bienestar integral.
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Enseñas yoga desde hace muchos años, ¿cómo influye en ti?
No me gusta la palabra maestra, creo que soy alguien que lo practica y lo comparte, he venido a este mundo a compartir. Yo empecé practicando yoga a los 19 años tomé mi primera clase y me encantó, luego cuando viví en Nueva York fui tomando diferentes clases de yoga y había algo que me encantaba, era, primero, que yo salía distinta, salía como tranquila, relajada y, lo otro, es que yo veía a los profesores y todos estaban sonrientes, alegres, bien y fue cuando dije yo quiero aprender, yo quiero sentirme como ellos se sienten. Yo decía, algo debe pasar, algo hay aquí con esta práctica porque los veo felices.
¿Es importante introducir el yoga en los niños?
No creo que es importante introducir el yoga a los niños, en un mundo ideal sus hogares ya serían un templo del Ser, pero la realidad no siempre es esa. Entonces como alguien que trabaja con niños, te diría que lo más importante es regalarles esos espacios para que ellos sean y se expresen. Pues ellos ya viven en un estado de unidad y los adultos que estamos ya conceptualizados y robotizados más bien podemos imitar, absorber y dejarnos llevar por lo que ellos son capaces de enseñarnos.
Más allá de tus columnas o blog, la escritura es una parte fundamental de ti...
Yo empecé escribiendo a muy temprana edad, a los 18 años, esas cosas que escribes y las tienes en un cuaderno, una especie de diario, y era muy mío, muy privado. De hecho, tengo siempre un cuaderno en mi cartera y ahí voy escribiendo, luego se van creando más ideas y voy tejiendo cosas. Y así poco a poco, y realmente el año pasado fue algo complicado, falleció mi papá, tuve muchos duelos muy seguidos y realmente mi salvación fue escribir, fue la poesía, encontré en escribir como un hogar y decidí compartirlo con el mundo. Abrí una página en IG que se llama la “Mujer de la luna”, y ahí publico algunas de mis poesías, escritos...
¿Qué prácticas tienes para un bienestar integral?
Yo escribo todos los días, escribo apenas me levanto, en ese estado entre que estás dormida y recién te estás despertando porque quiero sacar todo lo que está en mi mente sin tener que pensarlo mucho. Eso se ha vuelto como una práctica no solo meditativa sino la que también me ha dado espacio a mi vida creativa, a mi imaginación. Trato de caminar unas 3 veces por semana, hay un parque cerca de mi casa y voy sin nada, porque quiero ir así, como un lienzo, no quiero la distracción del celular, no quiero escuchar música. Y lo que hago es que siempre cargo una libreta conmigo, un lápiz o una pluma y voy anotando cosas que me vienen a la mente.
Agradecimientos especiales
Lugar: Hacienda Nina IG: @haciendanina
Maquillaje: Adriana Grau IG: @adrig.makeup