Padres fueron diagnosticados con cáncer al mismo tiempo y creen que "cada segundo de vida es un regalo"
Zak y Cori Salazar son una pareja estadounidense con tres hijas. Aunque todo iba bien en sus vidas, un inesperado diagnóstico cambió el curso de las cosas por completo. Ambos tenían cáncer y recibieron la noticia con solo meses de diferencia.
El matrimonio concibió a tres hijas: Juniper, de 4 años; Delaney, de 3; y Luna, de 18 meses, quienes se convirtieron en su mayor preocupación en medio de su problema de salud. Fue la madre de las pequeñas, Cori, la primera en enterarse de la enfermedad.
Según mencionó a People, ella se encontraba realizado sus labores cotidianas cuando, junto a su esposo, se percató de que tenía una protuberancia en el cuello. Aunque en un principio los médicos no sabían de qué se trataba, pronto determinaron que era un cáncer de tiroides.
Tras ello, Zak decidió hacerse un examen ocular de rutina para cambiar la graduación de sus lentes. A diferencia de otras ocasiones, el médico notó algo extraño y le preguntó si sufría de dolores de cabeza, a lo que el hombre respondió "sí, la verdad es que sí. Son horribles".
Una semana luego de ello, Zak se sometió a una cirugía para extirpar un tumor descrito como “de crecimiento rápido”. Al parecer, era un astrocitoma de grado 4, una grave afección que otorga una esperanza de vida de entre 12 a 18 meses. Pese al diagnóstico, este padre se comprometió a "vencer y sobrevivir".
"Sinceramente, tengo una perspectiva totalmente nueva de la vida. En cierto modo, es una bendición. Siento como si tuviera los ojos abiertos por primera vez y estuviera totalmente despierto y consciente de lo que es la vida", dijo Zak.
"De aquí en adelante, cada segundo adicional que pueda pasar con mi familia -con mi mujer, mis hijas y la gente a la que quiero- es un regalo total y absoluto. No pienso desperdiciar ni un solo segundo", añadió.