La visión es uno de los sentidos más esenciales del ser humano, sin ella resulta difícil aprender a caminar, leer, estudiar y trabajar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las afecciones oculares son muy comunes, y aunque no hay cifras exactas, se estima que el número de personas visualmente disminuidas asciende a 1.100 millones.
En el Ecuador, las alteraciones visuales más frecuentes son la miopía, astigmatismo e hipermetropía, así como la catarata. Se calcula que, aproximadamente, al menos una de cada tres personas tiene algún trastorno visual.
La deficiencia visual puede generar graves efectos, no obstante, muchas de sus consecuencias pueden mitigarse mediante una atención y rehabilitación oftalmológica temprana. José Sacoto, oftalmólogo de la Clínica de Ojos Dr. José Sacoto Navia, explica que los defectos refractivos, son desenfoques visuales que pueden detectarse a cualquier edad.
“Se pueden corregir de varias formas: láseres y lentes intraoculares son las opciones más frecuentes y efectivas, pero todo depende de la valoración oftalmológica, enfermedades de base y la edad”, manifiesta.
El especialista explica que, en el caso de la catarata, las cirugías se realizan en su clínica bajo una mejor visualización, gracias a las ópticas de su microscopio quirúrgico Artevo 800 Zeiss, un equipo que permite realizar el traslado y monitorización de la información quirúrgica del paciente, así como una intervención bajo visualización en 3D.
El centro atiende además otras patologías oculares como glaucoma, retinopatía diabética, degeneración macular asociada a la edad (DMAE). En su portafolio de servicios constan optometría y óptica, oftalmología general, alta especialidad en segmento anterior, cirugía refractiva, córnea, retina y vítreo, plástica ocular y estrabismo.
Alta exposición
Andrés Pólit, oftalmólogo de la Clínica Internacional de la Visión de Ecuador (CIVE), señala que la alta exposición a las pantallas debido al teletrabajo y teleeducación han afectado de forma negativa a la vista, generado condiciones como astenopia o fatiga visual, resequedad ocular y cefalea; en los niños -incluso- podría asociarse con un ligero aumento de miopía debido al exceso de uso de la visión cercana.
Respecto de la astenopia, el especialista comenta que se pueden usar lentes de armazón con filtro de luz azul, descanso visual y pausas activas, mientras los defectos refractivos pueden ser tratados a través de técnicas con equipos de última generación más seguros y efectivos o lentes intraoculares.
“La cirugía refractiva se recomienda en casos de medidas elevadas en los que no se logra ver adecuadamente con lentes, cuando hay diferencias entre la medida de un ojo y otro o cuando no se logra ver correctamente con corrección y/o presente alguna patología como catarata, queratocono o retinopatía”, señala Pólit.
El CIVE es uno centro enfocado exclusivamente a la atención de afecciones oculares, aquí se dan tratamientos y procedimientos para todas las patologías en sus diversas especializaciones: córnea, glaucoma, estrabismo, oculoplástica, retina y vítreo, segmento anterior, oncología oftalmológica y oftalmología pediátrica.
El establecimiento está acreditado por el INDOT para realizar trasplantes de córnea. Durante el 2022, realizó más de 2.500 cirugías, 6.500 consultas y se practicaron más de 3.700 exámenes de imágenes.
Prevención
Los primeros años de vida representan un periodo crítico para el desarrollo visual. Durante esta etapa es necesario mantener un control preventivo, pues casi siempre a los menores se les dificulta manifestar o describir las molestias que presentan sus ojos.
Ignacio Ceballos, director del Centro Médico de la Visión, dice que la función visual se desarrolla hasta los 12 o 13 años de edad, por lo que si en este periodo no se corrige cualquier problema el deterioro podría ser permanente.
Ese es el caso de la amblioquia u ojo vago, que afecta entre el dos y cinco por ciento de la población y es la primera causa del déficit visual en menores de 45 años.
Una consulta infantil completa requiere de práctica y paciencia. “Siempre debe incluir examen de refracción con ciloplegia y dilatación de pupila, esto ayuda a detectar precozmente un déficit visual y su corrección adecuada conducirá a la rehabilitación parcial o completa de la visión”, indica.
Ceballos recomienda realizar visitas periódicas al especialista desde los cuatro años; entre los 20 y 40 años es necesario acudir cada 24 meses, y a partir de los 40 años las visitas deben ser una vez cada 12 meses por la aceleración de las disfunciones visuales.
Lea también: Melanoma: Un cáncer agresivo que puede ser frenado con un diagnóstico temprano