Son uno de los órganos más importantes, pero también están entre los que menos cuidados reciben.
Desde el primer año de vida, los niños deben someterse a una evaluación para conocer si sus ojos y su visión están funcionando correctamente. Luego debe realizarse una visita al especialista antes de que vayan a la escuela, ya que muchos se detectan cuando el niño empieza a asistir a clases.
En algunos casos, ciertas dificultades pueden atribuirse a problemas de aprendizaje o cognitivos cuando en realidad se trata simplemente de que el pequeño no puede ver bien y por eso no puede realizar las asignaciones de la profesora.
“Si se espera demasiado para esa evaluación, se pierde tiempo valioso que se podría haber empleado para tratar el problema más fácilmente si se hubiera detectado tempranamente”, dice el doctor Pablo Galarza, oftalmólogo especializado en oncología.
Señala que para los adultos de entre 18 a 40 años, la recomendación es visitar al especialista cada dos años y a partir de los 40, cada año, al menos.
“Es en esta etapa cuando aparecen con mayor frecuencia enfermedades como diabetes mellitus e hipertensión que provocan cambios vasculares en la retina que pueden conllevar un déficit visual severo si no son tratados a tiempo”, dice el doctor Galarza, quien trabaja en el Hospital Universitario Hebreo Hadassah de Jerusalén y en el Centro Uniofken de Ecuador.
El especialista invita a participar en Congreso Oftalmológico Virtual Eye Today, un evento gratuito a realizarse el sábado 28 de mayo via zoom.