Sostenibilidad

Los efectos del cambio climático en las fuentes hídricas de Ecuador: ¿Qué ocurriría si se secan?

martes, 22 marzo 2022 - 08:54
Facebook
Twitter
Whatsapp
Email

Torrenciales lluvias, inundaciones, deslaves y sequías, son algunos de los principales impactos que ya está causando el cambio climático en Ecuador. De hecho, el último reporte del Panel Intergubernamental (IPCC, por sus siglas en inglés) alertó que América Latina enfrenta mayores vulnerabilidades que los países desarrollados y que los eventos climáticos extremos se incrementarán.

Karina Barrera, subsecretaria de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente, mencionó que en Ecuador, hechos como el fenómeno de El Niño serán más frecuentes e intensos, así mismo habrá temporadas con olas de calor, lo que podría provocar que algunas cuencas hídricas se sequen.

Por ello, este 22 de marzo, Día Mundial del Agua, es esencial comprender la importancia de los afluentes de agua dulce, de donde provienen gran parte del líquido que se consume en las ciudades.

$!Páramos Cuyuja y Papallacta, provincia del Napo.

SEQUÍAS EN LA COSTA Y EL SUR

Los incrementos de las temperaturas implican que haya menos lluvias, por lo tanto, menos agua disponible para el consumo humano como también para el sector de la energía.

“No solo no tendríamos electricidad, sino que no habría agua para regar los cultivos. Eso implicaría que no vamos a tener cierto tipo de alimentos o serán más caros. La gente no va a tener disponibilidad para tomar agua”, alerta la funcionaria.

Un claro ejemplo es la provincia de Loja que, en el mes de febrero, atravesó una fuerte sequía a causa del cambio climático, lo que obligó a las autoridades a declarar estado de excepción.

La sequía afectó a varios cantones que pertenecen a la Mancomunidad del “Bosque Seco”, principalmente las parroquias de Zapotillo sufrieron daños en los pastizales, reducción de caudales en los ríos, la muerte de cientos de cabezas de ganado y pérdidas en la producción agropecuaria, afectando la calidad de vida de miles de personas.

Barrera detalló que en estos lugares se aplican estrategias de adaptación al cambio climático, de acuerdo a lo que estipula el Plan Nacional de Sequía 2021-2030. Este informe evidencia que el 18 por ciento del territorio nacional tiene una susceptibilidad media y alta a las sequías. Sobre todo, las provincias de Guayas, Manabí, Santa Elena y Loja.

“A nivel provincial, la región Costa es la más representativa en cuanto a los valores de superficie perdida por sequía, siendo las provincias de Los Ríos, Manabí y Guayas las que, en términos relativos, abarcan el 66,05 por ciento del total nacional de la superficie agrícola pérdida por sequía”, detalla el informe del Ministerio de Ambiente.

$!Zapotillo, provincia de Loja, fue declarada en emergencia por la intensa sequía.

¿FUENTES HÍDRICAS SECAS?

Si bien en la Costa y sur del país los cambios de temperaturas está causando sequías, en la Sierra las lluvias y deslaves son más frecuentes, aunque tampoco estarán libres de las altas temperaturas.

Según explica Barrera, en Ecuador se han reportado periodos de sequía en ciertos momentos del año o en periodos consecutivos. Por ejemplo, en 2021, en Carchi, disminuyó el caudal del río Chico, principal alimentador de líquido de Tulcán.

La funcionaria explica que estos hechos no son permanentes como lo que sucedió en Santiago de Chile, que agotó sus fuentes de recursos hídricos. “Pero sí tenemos lugares con riesgos muy altos de que esto suceda como Loja, porque son periodos muy largos de sequía, aunque llega un momento del año en el que llueve otra vez y se abastece parcialmente”.

$!Altas temperaturas y la falta de agua han hecho que algunos animales mueran en Zapotillo.

CONSERVACIÓN Y ADAPTACIÓN

Ante este panorama, es esencial el cuidado de las cuencas hídricas, pues de ellas depende gran parte del agua dulce que se consume en Ecuador.

El Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica contabiliza una superficie hídrica protegida de 61 mil hectáreas, ubicadas en las demarcaciones hidrográficas de Esmeraldas, Santiago, Pastaza, Mira, Jubones, Manabí y Guayas. De estos territorios se benefician de manera directa 341 mil personas, manteniendo caudales estimados de 10.040 litros/segundo.

La cartera de Estado impulsa el Proyecto Adaptación a los Impactos del Cambio Climático en los Andes (AICCA), que es financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM/GEF), implementado por CAF -banco de desarrollo de América Latina- y ejecutado por el Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina (CONDESAN) con los Gobiernos Autónomos Descentralizados.

La iniciativa permitió saldar deudas históricas en las parroquias Cuyuja y Papallacta del cantón Quijos, en la provincia de Napo. En parte de estos territorios están el Parque Nacional Cayambe Coca y la Reserva Ecológica Antisana, que proveen más del 40 por ciento del agua que consumen los quiteños.

“Era contradictorio y paradójico que las personas que permiten que tengamos agua en Quito, no posean este recurso. El proyecto ha buscado cubrir esa brecha”, comentó María Argüello, directora ejecutiva de CONDESAN.

Agrega que en estas zonas se evidencia el cambio climático en las torrenciales lluvias que producen deslaves y dañan tuberías, provocando dificultades en la provisión de agua.

“La gente dejaba de tener ese servicio o lo tenía de muy mala calidad. Entonces, se modificó la captación del agua de tal manera que no se vea afectada por este tipo de eventos que van a seguir sucediendo. Después se hicieron cambios en la conducción y distribución”.

La repotenciación del sistema potable de ambas parroquias contó con una inversión que bordea los 400 mil dólares. El beneficio directo alcanza a los 1.600 habitantes y el indirecto alrededor de 120 mil personas que se calcula visitan anualmente la zona por motivos principalmente turísticos.

$!En Cuyuja se trabajó en la repotenciación de un sistema obsoleto y en mal estado. El sitio de la captación fue remplazado, aprovechando la infraestructura de estabilización de taludes y parte del caudal liberado por la hidroeléctrica Victoria.

ADAPTACIÓN ANTE LAS SEQUÍAS

En la otra zona de intervención del proyecto, la subcuenca del río Machángara en Azuay y Cañar, en donde los estudios realizados prevén que se agraven las sequías a causa del cambio climático, se arrancó recientemente la obra de “Mejoramiento del sistema de agua potable Santa Teresita de Saymirín – parroquia Chiquintad en su componente de distribución”.

Con esto se busca la seguridad hídrica de 605 familias, y la optimización del uso del recurso hídrico en el Complejo Multipropósito Machángara (que brinda agua potable a la ciudad de Cuenca), pues se estiman pérdidas de hasta el 60 por ciento de los caudales a causa de la obsolescencia de los sistemas de agua potable, cambio climático y otros usos del agua.

El presupuesto de la obra asciende a 300 mil dólares y se espera concluir en agosto del 2022.

Estas acciones tienen el objetivo de que las zonas cercanas a los afluentes de agua puedan enfrentar de manera más eficiente el impacto del cambio climático, así como cubrir la brecha de desigualdad.

“Las comunidades son sumamente importantes en la preservación de ecosistemas críticos. Por lo tanto, hay que trabajar de manera integral para que tengan una ganadería sostenible, un sistema de invernadero que les permita alimentarse, entre otras acciones que eviten dañar los ecosistemas”, dijo María Argüello.

Pero no es solo cuestión de las poblaciones cercanas a las áreas hídricas, sino de toda la ciudadanía. Las personas tienen patrones de consumo irresponsables. Si seguimos consumiendo recursos estamos ejerciendo presión sobre los bosques, aseguran los expertos. Por lo tanto, menos cuencas hídricas conservadas.

$!En la parroquia de Papallacta se modificó el sitio de captación a un afloramiento superficial dentro del Parque Nacional Cayambe Coca, que por sus características particulares y cobertura vegetal ofrece condiciones muy seguras para la provisión de agua en cantidad y calidad.
Más leídas
 
Lo más reciente