Con el pasar de los meses ciertos destinos a nivel nacional han ido abriendo y los hoteles han empezado a recibir de a poco a los viajeros. El movimiento sigue siendo bajo, por lo que estos negocios tienen un arduo camino para recuperar la sostenibilidad y rentabilidad de años anteriores.
Hasta noviembre de este año, según datos de la Federación Hotelera de Ecuador (Ahotec), el porcentaje de ocupación hotelera en Quito cerró con 23,88 por ciento en hoteles de cuatro y cinco estrellas, mientras que en Guayaquil con 39,79 por ciento para establecimientos de tres, cuatro y cinco estrellas.
André Obiol, presidente de la Ahotec, cuenta que, se ha hecho un acercamiento con el Gobierno para establecer un plan de salvataje para el sector turístico, pero que no se han ejecutado ninguno de sus pedidos. Señala además que los hoteles con flujos de caja comprometidos no han tenido ninguna tregua por parte del SRI, la CFN y el IEES.
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Para soportar el embate de la pandemia y tratar de reactivar al sector, el gremio junto a las cámaras de producción, operadores turísticos, agencias de viajes, mayoristas, guías, aerolíneas y otros actores del sector privado, han trabajado en propuestas para dinamizar a la cadena turística. Actualmente, comenta, cuentan con un fondo de promoción privado que atiende el tema de protocolos de bioseguridad y estrategias de mercadeo.
El representante del gremio hace hincapié en la necesidad de tener una política pública para la reactivación económica del país, así como una estrategia de promoción nacional e internacional que promueva al Ecuador y que lo prepare en la nueva normalidad, una vez que inicie la campaña de vacunación contra el COVID-19.
Otro cambio que se propone es una reforma laboral que permita al segmento contratar a personal eventual por horas o días en las temporadas altas. Adicionalmente, pide mayor control para las hospederías informales que no están reguladas por el Ministerio de Turismo (Mintur). Obiol enfatiza que estos establecimientos y emprendimientos no pagan patentes, impuestos y permisos, pero sin embargo los que sí trabajan formalmente son fiscalizados con mayor detalle.
“No estamos en contra de ellos, pero queremos que jueguen con las mismas reglas. Solo en el caso de Airbnb, por ejemplo, este representa en Quito 6.000 espacios de hospedaje con suites departamentos, casas y demás, frente al sector hotelero que tienen un poco más de 3.500 habitaciones”, manifiesta.
Propuestas
El 2021 plantea muchos desafíos para el sector hotelero, es por ello que semanas atrás la Federación Hotelera de Ecuador presentó al Ejecutivo un proyecto de ley para dinamizar a la industria turística nacional, la misma engloba varios incentivos:
Incentivos tributarios: La propuesta incluye la exoneración del Impuesto a la Renta para los prestadores de servicios turísticos registrados en el Mitur; la repatriación de capitales para inversión en turismo; la exoneración de impuestos y de retenciones por pagos al exterior (por concepto de ferias, pago de regalías, franquicias, servicios, etc.); deducibilidad de los gastos por contratación de nuevo personal; deducción de pérdidas generadas en los ejercicios fiscales 2020, 2021, 2022 y 2023; mantenimiento de incentivos productivos; y exoneración de impuestos a las transferencias de inmuebles.
Incentivos tributarios seccionales: Exoneración temporal del pago de impuestos prediales y para el funcionamiento de actividades turísticas durante los ejercicios económicos 2021, 2022 y 2023.
Incentivos para promover el turismo: Para incentivar el consumo nacional e internacional, se pide por tres años una tarifa de cero por ciento para el IVA, a la prestación de todos los servicios definidos como actividades turísticas; crédito tributario por el IVA pagado en adquisiciones locales e importaciones de bienes; la ampliación del reconocimiento de los gastos deducibles en turismo interno y la reprogramación de servicios contratados previos a la declaratoria de emergencia sanitaria.
Incentivos para el financiamiento: Este punto tiene que ver con la creación de líneas de crédito de salvataje para las actividades turísticas; la constitución de un fondo público de promoción y la implementación de condiciones favorables para el refinanciamiento de los créditos.
Hoteles seguros
El presidente de la Federación Hotelera de Ecuador recalca que hoy en día los hoteles están mejorando sus procesos para dar más confianza a los viajeros. Solo en la aplicación de protocolos de bioseguridad cada establecimiento destina hasta 10.000 dólares mensuales.
“Hoy ir a un hotel es completamente seguro porque existe un proceso de sanitización constante. Los hoteles de cuatro y cinco estrellas que representamos son estrictos en este aspecto, más aún si pertenecen a alguna cadena”, resalta.
Si bien las preferencias de los viajeros han cambiado y en lo que respecta a hospedaje se prefiere hospederías más pequeñas y alejadas, el sector no pierde la esperanza de días mejores.
“Creo que el mercado va a reaccionar positivamente. El mercado se está cuidando y ha aprendido a respetar el COVID. Seguiremos aplicando los protocolos de seguridad, pero necesitamos políticas económicas para que la reactivación se dé”.