Ecuador ha dado grandes pasos para modernizar su sistema portuario. En los últimos años las empresas privadas y el Estado han destinado millonarias sumas en la ampliación de muelles, la adquisición de grúas y en el mejoramiento de su infraestructura, logística y canales de acceso.
Una concesionaria que maneja 1,5 millones de contenedores al año y que está realizando importantes inversiones para mejorar su operatividad es Contecon Guayaquil S.A. (CGSA). La administradora del Puerto Marítimo Libertador Simón Bolívar, ha consignado más de 375 millones de dólares desde el inicio de su concesión en 2007, cifra que aspira llegar a más de 1.700 millones de dólares hasta el final de su contrato en el año 2046.
Solo en octubre pasado, asignó más de 30 millones de dólares para la incorporación de tecnologías robustas en la infraestructura pesada de la terminal, la reconversión de dos grúas pórtico a especificaciones Neo Panamax, equipos de última generación y la aplicación de métodos disruptivos para la profundización de sus puntos de atraque.
Estas últimas acciones, explica su director comercial, Juan Pablo Trujillo, buscan aprovechar al máximo las nuevas capacidades del canal de acceso y el arribo de naves más grandes de hasta 370 metros de eslora.
“CGSA es la terminal portuaria con el muelle más amplio y el mayor número de equipos portuarios en el país, con condiciones inigualables para que los barcos más grandes que circulan por la costa puedan atracar directamente en el corazón de nuestro principal motor productivo y comercial, agilizando y abaratando los costos logísticos de la cadena de abastecimiento, al tener directamente su operación en Guayaquil”, menciona Trujillo.
Adaptándose
A decir de Alfredo Jurado von Buchwald, gerente regional de Yilport Holding, concesionario de la terminal de Puerto Bolívar, el crecimiento del comercio global ha generado una demanda de grandes naves portacontenedores, que a su vez requieren de puertos más tecnificados, que permitan dinamizar sus operaciones y acortar sus tiempos de permanencia.
Con este objetivo, la firma arrancó sus operaciones en marzo de 2017 con un plan de cinco fases y una inversión de 750 millones de dólares, a un plazo de 50 años.
Para su primera fase, que culmina tentativamente en el 2023, se destinará aproximadamente 300 millones de dólares y conlleva la construcción del muelle seis de 450 metros de largo y 16,50 metros de profundidad.
También contempla el mantenimiento y dragado del canal de acceso y de las zonas de maniobra y muelles; la implementación de garitas de ingreso con tecnología, una bodega refrigerada para el almacenamiento temporal de carga fresca y congelada, áreas de mantenimiento y reparación de contenedores, escáneres de alta tecnología para mejorar la seguridad, así como cuatro grúas STS y 12 RTG.
Estas implementaciones -recalca el directivo- aumentarán la capacidad operativa de la terminal hasta 600.000 contenedores.
“Con todas estas inversiones, la terminal de Puerto Bolívar estará lista para recibir buques de 18.000 hasta 24.000 TEU´s, posicionándose como una de las más modernas y equipadas terminales de Sur América, satisfaciendo las necesidades del comercio exterior en la región, y contribuyendo así al desarrollo económico de la provincia de El Oro y el Ecuador”, señala Jurado von Buchwald.
Durante los cuatro primeros años de operación de Yilport Puerto Bolívar, la terminal ha crecido un promedio de 30 por ciento por año en carga contenerizada, y un promedio de 10 por ciento en carga total movilizada.
La incorporación de tecnología y seguridad son otros ejes en los que se trabajan a nivel portuario. El Terminal Portuario de Manta (TPM), por ejemplo, ha destinado en sus cuatro años de funcionamiento, más de 45 millones de dólares para hacer sus operaciones más eficientes y seguras.
Su presidente, Roberto Salazar, cuenta que se ha equipado un área de circuito cerrado de televisión y se recuperó el servicio de carga contenerizada para llevar contenedores directamente desde Manta a puertos de otros países.
“Afortunadamente no tenemos ningún intento de contaminación de carga, eso nos ha valido el reconocimiento de la misma policía antinarcóticos que ha determinado que el puerto de Manta es absolutamente seguro”, recalca.
En lo que respecta a infraestructura y equipos, la terminal consignó aproximadamente 1.5 millones de dólares en un sistema de pesaje para evitar el congestionamiento de vehículos, una red de agua potable y un sistema contra incendios interno.
Luego de los trabajos de dragado, se logró una profundidad de 12,5 metros en marea baja y se amplió el muelle internacional 2 para poder recibir barcos de más de 300 metros de largo.
Adicionalmente, se hizo un muelle para los servicios de la estación de guardacostas y para auxiliar a las patrulleras de la Armada del Ecuador.
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“Estamos empezando el proyecto de mantenimiento del dique rompe olas que impedirá que las corrientes marinas generen problemas a las embarcaciones o infraestructura, esperamos terminarlo en seis meses”, manifiesta Salazar.
El Puerto de Manta es un terminal pesquero, pero también maneja carga de graneles sólidos y líquidos y recibe cruceros. En los tres últimos años ha movilizado más de 3 millones de toneladas de capacidad. Su área total de almacenamiento es de 92.299 m2 distribuidos en cinco patios.
Visión
‘Puerto que no crece tiende a desaparecer’, con esta frase el gerente general del Terminal Portuario de Guayaquil (TPG) – Inarpi, Luisenrique Navas, describe la importancia de que estos espacios mantengan inversiones constantes.
Con esta misma visión, TPG arrancó hace dos años un plan de mejoramiento de su infraestructura con la ampliación de su muelle a 180 metros, el cual permitirá operar dos buques de 330 a 360 metros de longitud de manera simultánea.
Otra inversión importante es la adquisición de cuatro grúas especializadas para la operación en muelle y patios contenedores. Entre los equipos que llegarán el próximo año, está una grúa de pórtico Super Post-Panamax la que, gracias a su alcance de 23 filas de contenedores, permitirá optimizar la operación de las naves, alcanzando rendimientos entre 80 a 100 contenedores por hora.
De la mano de estos equipos, también hay una mejora en los procesos de automatización, a fin de potencializar los espacios y minimizar los movimientos.
“Todas estas inversiones nos han permitido recibir buques más grandes y atender las demandas de las líneas navieras que recalan en TPG y que vienen especialmente desde Asia. Estos buques tienen entre 330 y 370 esloras y capacidad de entre 10.000 y 14.000 TEU´s”, detalla Navas.
Hasta la fecha el Terminal Portuario de Guayaquil ha invertido 174 millones de dólares.
El directivo añade que por tercer año consecutivo TPG se ubica como una de las que mayor volumen de carga maneja en el Ecuador, con una participación aproximada de entre 38 y 41 por ciento del volumen de contenedores.