“Estamos viviendo una crisis de producción de café” mencionan expertos del sector
El café ecuatoriano tiene varias ventajas para llegar a ser el primero en el mundo. Una de ellas es la diversidad de climas en distintas zonas del país que le permite tener diferentes variedades y aunque en el mundo existen más de 100 especies de café, según World Coffee Research, en el Ecuador solo se produce café arábigo y robusta.
¿pero por qué tan poco, teniendo varias riquezas en su suelo y clima? Jackson Torres, consultor y experto en producción cafetalera indica que la producción es la principal deficiencia que tiene el país, especialmente en el café soluble, lo cual le impide al Ecuador tener mayor presencia en el mundo.
Con ello coincide, Joseph Massoud, presidente de ANECAFÉ, quien afirma que el país ha perdido una presencia en exportaciones, y reconoce que la asociatividad de la cadena productiva y de sus participantes es muy débil. Por ello, considera que es necesario fomentar políticas públicas para el café ecuatoriano, el cual tiene grandes oportunidades por su calidad.
En la década de los ochenta, de acuerdo a cifras de la Red Universitaria de Investigación y Desarrollo, Ecuador era productor del 2% de la producción mundial de café, mientras que ahora esta cifra se ha reducido drásticamente. Según el Ministerio de Agricultura y Ganadería, en el período 2000–2006 la producción exportable de café del país representó apenas el 0,9% de la oferta mundial.
Reportes de la Organización Internacional de Café (OIC) detallan que dentro del volumen de exportación de café en todas las formas para el 2010-2011 el país registró el 1,29% y para el 2011-2012 el 1,83%.
La producción nacional en 1999 fue de 71 mil toneladas métricas (TM), luego en el 2008 fue 52.250 TM según el Consejo Cafetalero Nacional (COFENAC). Para el 2010, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estimó 31.347 TM, con una productividad promedio de 4,81 quintales por hectárea de café verde.
A pesar de que no existen cifras actuales claras, en la actualidad el nivel de producción de café llega a 600.000 sacos, según la Organización de Indígenas Secoyas del Ecuador (OISE) aunque el Ministerio de Agricultura y Ganadería expone una producción de 350.000 sacos.
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Ante esta realidad, Luis Duicela, director técnico de la Red Universitaria de Investigación y Desarrollo enfatiza que “estamos viviendo una crisis de producción de café y esto depende de varios factores”. Uno de los principales, aclara, es la reducción del área cultivada del café.
Según la ANECAFÉ, en el 2019, se estimaba que en el país existían 60.000 hectáreas pero ahora, según cifras expuestas por varios consultores revelan que esta cantidad no llega ni a las 40.000 hectáreas, siendo esta realidad una de las causas de la baja producción nacional.
Pero Duicela también añade otras causas como son los altos costos de producción (191 dólares por quintal). Por ello, el experto menciona que es importante contar con una zonificación agroecológica, tanto para los cafés finos, de especialidad y los convencionales, y crear políticas de sustitución de las importaciones.
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Asimismo, considera que es necesario tener el involucramiento de las universidades para la investigación y desarrollo cafetalero, y una mejora de la calidad e inocuidad para impulsar los cafés diferenciados, desarrollando y aplicando una tecnología apropiada.
Por otro lado, Duicela también expone que se debe financiar maquinaria e infraestructura, impulsar las certificaciones sociales y ambientales, abrir líneas de créditos (con un mínimo de plazo de tres años), impulsar el acceso a mercados diferenciados, la formación del talento y la participación del sector en ferias.
A estas peticiones se suman varios protagonistas del sector que siguen apostando por el café ecuatoriano, el cual representa una generación de ingresos para los caficultores, acopiadores, transportistas y comercializadores, y el ingreso de divisas que contribuyen a dinamizar la economía rural en los territorios productores del Ecuador.
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