El brazalete arcoíris en apoyo a la comunidad LGBTQ+ se convirtió en motivo de discusión en el Mundial, después de que la FIFA impidiera a los capitanes de las selecciones europeas que lo llevaran en los partidos.
Catar 2022 quedó marcada por esta cuestión tras las declaraciones de Gianni Infantino de "hoy me siento gay" y la decisión tomada días después de impedir a los jugadores de selecciones europeas que lleven el brazalete "One love" en apoyo a las personas LGBTQ+.
El mensaje oficial de las autoridades cataríes es que "todo el mundo es bienvenido" en el emirato, a pesar de que sus conservadoras leyes prohíban las relaciones homosexuales y adúlteras.
Por su parte, la FIFA mantiene una errática posición sobre esta cuestión, ya que afirma ser una organización "que apoya a la comunidad LGBTQ+", pero al mismo tiempo ha amenazado a los jugadores con sancionarlos deportivamente si lucen el brazalete arcoíris.
La selección alemana está "muy descontenta" por no poder llevarlo, pues simboliza la libertad y la diversidad, declaró el martes el seleccionador alemán Hansi Flick.
La Federación de Fútbol de Alemania amenazó con denunciar a la FIFA por este asunto.