Los galenos que lo atendieron en ese entonces decidieron realizar una tomografía axial computarizada. Al observar los resultados, le aseguraron al joven carpintero que estaba atravesando un cuadro de apendicitis, equivocándose en el diagnóstico.
Las dos tienen siete años y sus diagnósticos paralizaron el devenir de sus familias, que se vieron obligadas a dejar todo a un lado para poder reunir los recursos necesarios.