Los productos derivados de los procesos industriales son hoy una importante fuente de materia prima para otras cadenas productivas. Su aprovechamiento no solo genera beneficios económicos, sino también sociales y ambientales.
Un poco más de once mil millones de toneladas de residuos sólidos son recolectados cada año. Convertirse en residuo cero es una de las vías para combatir este problema.