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Enfoque

Residuos industriales, generan encadenamiento productivo

Los productos derivados de los procesos industriales son hoy una importante fuente de materia prima para otras cadenas productivas. Su aprovechamiento no solo genera beneficios económicos, sino también sociales y ambientales.

martes, 5 julio 2022 - 14:15
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La economía circular concibe al “residuo” como un recurso al que le otorga valor y lo reinserta al sistema de producción, creando un intercambio de materias primas. Una simbiosis que persigue crear valor mediante la reutilización de los residuos y subproductos generados en el proceso de producción.

Fue precisamente esta visión y la premisa de que “los desechos de otras empresas pueden ser un tesoro para otra” dieron origen hace un año a la herramienta digital Simbiosis Industrial EC, impulsada por Unacem y CERES, una iniciativa que recopila información sobre los residuos no peligrosos que generan las empresas e industrias y que busca mejorar la eficiencia en el uso de los recursos, mediante la creación de redes de intercambio y cooperación entre zonas industriales, de tal forma que los desechos que generan sean aprovechados en otras cadenas productivas.

Los elementos a intercambiar en Simbiosis Industrial EC pueden ser materiales (residuos, subproductos, entre otros), energía (calor y frío, electricidad) y agua, o compartiendo activos (equipamientos, maquinaria), transporte y medios logísticos (rutas, vehículos, almacenes), experiencias u otras necesidades puntuales.

Patricio Díaz, gerente de Ecología Industrial de Unacem Ecuador, comenta que toda empresa que genere residuos sólidos no peligrosos como papel, cartón, vidrio, hasta diferentes tipos de plásticos, biomasas, chatarra, entre otros, puede ser parte de la iniciativa. No se necesita ningún requisito especial, solamente el registro y carga de la información requerida por la plataforma (https://simbiosisindustrialec.com).

La data recopilada en la plataforma se tabula automáticamente y genera un reporte público que permite a los usuarios visualizar qué tipo de residuos están disponibles para el intercambio o simbiosis industrial. Finalmente, CERES se contacta con los usuarios para identificar oportunidades de alianzas y establecer las conexiones necesarias.

“Simbiosis Industrial EC opera como un engranaje de la economía circular y es considerada como un modelo alternativo para el crecimiento económico y protección del ambiente”, explica.

Unacem tiene varios años trabajando en el coprocesamiento de materias primas alternativas. En 2020, del total de óxido de hierro (mineral requerido para la producción de clínker) un 99 por ciento fue suplido con escoria (residuo de la industria siderúrgica). Asimismo, del consumo total de yeso el 10,5 por ciento fue cubierto con yeso reciclado, proveniente de los residuos de la industria de porcelana sanitaria.

$!Toda empresa que genere residuos sólidos no peligrosos como papel, cartón, vidrio, plásticos, biomasas y chatarra puede ser parte de Simbiosis Industrial.

Desde el año 2011, y tras invertir en mejoras en el sistema de tratamiento y recirculación del agua, empezó a reingresar este elemento en los procesos del sistema, lo que les ha permitido reducir la cantidad de agua captada para la realización de las operaciones hasta en un 38 por ciento. En 2020 más del 60 por ciento del agua utilizada fue reciclada. 

Byron Bravo, presidente Grupo Mario Bravo, señala que en Ecuador existen muchas industrias como la acería, metalera, cartonera y de plástico que consumen residuos de las industrias, ya sea para exportar o para hacer productos nuevos con materiales reciclados, razón por la que el país tiene uno de los índices más altos de reciclaje en la región.

Lea también: Plástico reciclado da vida a nuevos productos

Recynter, una de las empresas del Grupo, se dedica hace más de 50 años al reciclaje de metal no ferroso como cobre, bronce, aluminio, radiadores y acero inoxidable, el cual es descontaminando de impurezas. El producto final es cortado y empacado de acuerdo a las especificaciones de los clientes locales e internacionales, que son fundidoras que hacen productos con estos materiales reciclados.

“En el 2021 recuperamos 18.000 toneladas, las mismas que vendemos a la industria local que consume aluminio de aleaciones para fabricar perfiles y ollas de cocina, y a la exportación va el resto de aleaciones que no se consumen en el Ecuador. Las fundiciones internacionales solicitan una variedad de aleaciones y esto hace que la exportación sea el principal motor de nuestra actividad”, resalta.

La planta principal de Recynter está en el km 9.5 vía a Daule y en ésta se procesan 1.600 toneladas mensuales de metal no ferroso.

Más iniciativas

Jacinto Monserrate, director ejecutivo de SEGINUS, organización sin fines de lucro que articula el reciclaje de neumáticos usados en el Ecuador, señala que en materia de política pública el país avanza a paso firme hacia la economía circular y muestra de ello es que la aprobación de la Ley de Economía Circular, el Libro Blanco de Economía Circular y las distintas ordenanzas que promueven las ciudades, entre ellas Guayaquil.

Desde el sector privado -añade- industrias como la de los neumáticos, aceites lubricantes, baterías, aparatos eléctricos, cartón, plásticos, chatarra y otras están promoviendo iniciativas que brinden soluciones a la gestión integral de los residuos que se generan en el país.

Esta organización promueve los círculos técnicos de la economía circular de los neumáticos desde la etapa de uso hasta su disposición final. Estos productos son aprovechados a través del reencauche, y los que no pueden pasar por este proceso son usados por artesanos para sacar partes y piezas para vehículos u otros accesorios, o para el granulado para la producción de pisos de caucho y la cogeneración de energía.

“Uno de los aprovechamientos que estamos promoviendo es el asfalto modificado con polvo de caucho, el cual alarga la vida útil de la carretera asfaltada cuidando el ambiente y generando beneficios sociales”, manifiesta.

Hasta la fecha SEGINUS ha gestionado cuatro millones de neumáticos, impulsado el reencauche de más de 750.000 y capacitado a más de 100.000 personas en el cuidado del neumático para alargar su vida útil.

Monserrate recalca que en el país aún hay mucho que hacer en el aprovechamiento de residuos industriales, pues el que se da actualmente es parcial, pues solo se emplea los residuos que tienen un valor positivo al final de su vida útil, mientras que por el resto que tiene baja valoración económica se hace muy poco o nada.

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