Mientras Ecuador ha adoptado una postura abierta a reconciliación, México insiste con con la búsqueda de sanciones con base a la irrupción, que consideran como una "invasión".
México otorgó asilo político a Jorge Glas el 4 de abril pasado, y a la noche siguiente, el Gobierno ecuatoriano irrumpió en la embajada mexicana en Quito para aprehenderlo.