Ser un consumidor responsable es tomar decisiones bien razonadas sobre lo que compramos y apoyamos. Significa consumir menos, elegir opciones más sostenibles, generar menos desperdicios y gestionar adecuadamente los desechos generados.
Los cambios registrados el año pasado han sido decisivos para las dinámicas del mercado actual. Estas tendencias serán clave para el desarrollo de las marcas en este 2024.