A través de redes sociales, ciudadanos han reportado la incineración de varios autos y balaceras. De forma preliminar se vincularían estos hechos a enfrentamientos entre grupos de crimen organizado.
La gobernadora del Azuay, Consuelo Orellana, aseguró que el control de las autoridades sobre dicho centro se había restablecido. Como consecuencia, 44 guías penitenciarios y policías que permanecían retenidos fueron liberados.
Frente a estaciones policiales, gasolineras, terminales de buses y centros de salud el ¡bum! se repitió en las capitales del crimen de Ecuador durante 24 horas.