La funcionaria indicó que el grupo, conformado por una decena de policías y 34 agentes del complejo carcelario, estaba siendo valorado por unidades médicas, mientras se dirigía a una reunión en un edificio del ECU911.
Los motines registrados en centros de privación de libertad de las provincias de Azuay y Cañar desde el miércoles 30 de agosto se produjeron como actos de protesta ante una intervención de las Fuerzas Armadas en la cárcel de Latacunga, en Cotopaxi, que tenía como finalidad decomisar artículos prohibidos, como armas, droga y electrodomésticos.
El jueves, día en el que al igual que el miércoles numerosos reclusos fueron avistados sobre techos en la Cárcel de Turi, Juan Zapata, ministro del Interior, señaló que 57 policías y guías penitenciarios permanecían retenidos en dicha prisión, llamada oficialmente Centro de Privación de Libertad Azuay Número 1.
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No obstante, horas después, Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) informó por medio de un comunicado que los 57 elementos de las fuerzas del orden retenidos en ese entonces se hallaban en seis cárceles distintas.
Este viernes, la gobernadora afirmó que el control se había restablecido en la cárcel de Turi, alrededor de la cual cerca de 400 militares y aproximadamente 200 policías se formaron mientras se desarrollaban los disturbios, aparentemente para llevar a cabo una intervención en caso de que esta fuera ordenada.
Por ahora el SNAI no ha emitido un pronunciamiento en el que se aclare si aún hay guías penitenciarios o policías retenidos en otros centros de privación de libertad aparte de la cárcel de Turi.