Alrededor de la caña de azúcar se generan alrededor de 150.000 plazas de trabajo. La investigación genética local ha dado a origen variedades más productivas y resistentes.
Los ingenios han desarrollado programas e iniciativas que benefician a sus colaboradores y familias, así como a las comunidades aledañas. Salud, educación, capacitación son algunos de los ejes en los que trabajan.