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Una montaña rusa de emociones llamada “Parasite”

lunes, 10 febrero 2020 - 03:30
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El cine de Bong Joon-ho se caracteriza por deambular entre géneros y su mirada a las inequidades sociales, pero en su nueva película “Parasite”, los ricos también son las víctimas.
 
Una vez superada la barrera de los subtítulos, descubrirán películas maravillosas”, dijo el director coreano Bong Joon-ho al recibir el Globo de oro por “Parasite”. Se refería no solo a su película si no al cine surcoreano en general, que además de obtener el aplauso del público y premios en festivales, cada día es descubierto por más espectadores en todo el mundo. El éxito de uno, es el éxito de todos.
 
Pero los protagonistas de “Parasite” tienen otra visión. Los Kim son una familia que vive en lo más bajo de la clase baja. Literalmente, en un subsuelo. Le roban wifi a sus vecinos y provocan el despido de otros en una suerte de piratería laboral, en la que todo vale con tal de sobrevivir. Aprovechan la oportunidad –a punta de mentiras– de colocarse todos como empleados de una familia adinerada, los Park, y disfrutar de la mansión como si fuera suya. 
 
Bong Joonho recurre al humor, al estilo de la novela picaresca española, para retratar el ascenso de esta sinvergüenza pero adorable familia pobre. El engaño es aparentemente la única forma que tienen de llegar a ese lugar de lujos, comodidad y paz, la ‘tierra prometida’. Y todo es muy gracioso, mientras nadie sale realmente herido.
 
EN "PARASITE" LOS KIM, una familia  pobre, logra colarse a punta de engaños en la  mansión de la adinerada familia Park.
 
Pero las distancias sociales se ponen en evidencia poco a poco. Puede que los hijos de los Kim interpreten talentosamente sus papeles de universitarios para ser tutores de los hijos de los Park, pero olor a pobre no se quita cambiando de jabón, porque es mucho más que eso. Es un olor del que no pueden librarse, y basta un leve movimiento de cámara para que se note y resulte insoportable para todos. Habitar la mansión no será tan fácil, sobre todo cuando se destapa un inesperado secreto que pone todo, una vez más, patas arriba. Casi sin que el espectador se dé cuenta, el suspenso gana terreno a la risa hasta llegar al caos. 
 
Es difícil establecer el momento en que dejamos de ver una comedia de enredos y de pronto estamos frente a una extraña historia de fantasmas. “Parasite” tiene lo mejor del cine de Bong Joon-ho su maestría de navegar entre los géneros cinematográficos para sacar lo mejor de sus relatos. Lo hizo en “The Host” película donde un monstruo gigante ataca Seúl, que va del terror a la acción pasando por una película familiar; o “Mother”, en la que navega por el drama, el cine policíaco y la comedia, o en “Okja”, una película de animación dirigida¿ a niños, pero con un potente mensaje político.
 
“Parasite” es una montaña rusa. Cuando ya nos estamos acostumbrando a aquella nueva cosa misteriosa en la que se ha transformado, un nuevo giro la convierte en un apasionante thriller, que luego muta en un sutil drama lleno de poesía. Y todo sin que las actuaciones pierdan coherencia, y sin salir del universo contenido en dos casas, que son dos caras de una moneda. Queremos que la familia pobre, los Kim, se quede en la mansión de los Park. Que salgan de una vez por todas del sótano maloliente donde viven, porque se lo merecen. Porque a pesar de todo, son simpáticos, inteligentes, hacen bien su trabajo y luchan por estar juntos. Por eso cuando entendemos que se están metiendo en un callejón sin salida en el que también están los Park, nos sentimos igual de acorralados. Cuando se hunde este barco que es el mundo, todos nos ahogamos.
 
LO QUE EMPIEZA  COMO UNA  COMEDIA, se  convierte en thriller  y finalmente en un  emocionante y poético  drama.
 
“Parasite” tiene una aprobación de 99% en Rotten Tomatoes, ganó la Palma de Oro de Cannes, ganó el Globo de Oro, y es la primera película de habla no inglesa en alzarse con el Premio Oscar a Mejor Película, fue la que obtuvo más premios: Mejor Película Extranjera, Mejor Director y Mejor Guión Original. 
 
Además, ya ha superado los 137 millones de dólares en venta de entradas y seguramente muchos más la verán.
 
El nuevo proyecto de Bong Joon-Ho es convertir “Parasite” en una miniserie para HBO, en la que va a explorar varias ideas que quedaron fuera del guion final. Otra de sus películas, “Snowpiercer”, también se estrenará como serie, pero en ella solo aparece como productor ejecutivo. Hasta que se estrenen ambas series, vale revisar sus otras películas: “Okja”, “Snowpiercer”, “Mother”, “The Host”, “Memories of murder”… o seguir su consejo y descubrir a directores como Kim Ki-Duk, Park Chan-Wook, Lee Chang-dong, Yeon Sang-ho y Hong Sang-soo, que emergieron hace rato con películas taquilleras, multipremiadas y aclamadas por la crítica internacional. Hay cine coreano para rato, y es maravilloso.
 
 
 

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