Un millar de personas marcharon este miércoles por las calles del centro de Quito en una nueva protesta contra el presidente Guillermo Lasso, al que exigían medidas urgentes para afrontar la crisis económica y social que vive el país desde 2019 y que se ha visto agravada por la pandemia.
Con pancartas en las que se leían "No a la privatización de empresas públicas" o "Vivas juntas y libres, por la igualdad y la justicia", los manifestantes partieron desde el Parque de El Ejido hacia la Plaza de la Independencia, a unos dos kilómetros y donde se encuentra la presidencia, sin que hasta el momento se haya informado de ninguna incidencia.
"El pueblo unido jamás será vencido", gritaban en su avance los manifestantes, militantes en unos casos del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la principal central obrera del país y convocante de la protesta y, en otros, de distintos grupos sociales como el movimiento indígena Conaie o la unión de estudiantes universitarios FEUE, que se han adherido a ella.
Los estudiantes se han sumado a la protesta después de sucesivos recortes al presupuesto para la educación superior, unos 145 millones entre 2020 y 2021 conjuntamente, aunque avalan el resto de demandas de la llamada "plataforma unitaria" social.
Entre ellas está la inmediata anulación de un decreto del Gobierno anterior que establecía un nuevo mecanismo para la fijación del precio del combustible, que en los últimos meses ha provocado una subida de las gasolinas.
Pero también medidas urgentes para combatir el subempleo, la pobreza, contra la privatización de empresas públicas, el extractivismo minero y petrolero, y un sinfín de demandas entremezcladas con banderas rojas y blancas de las distintas organizaciones.
"En 100 días, (Lasso) no ha hecho mayor cosa por resolver los problemas fundamentales de los ecuatorianos, como son trabajo y salud", resumió para Efe el presidente de la FEUE-Nacional, Mauricio Chiluisa.
La marcha de hoy es la segunda que organiza la "Plataforma unitaria", donde convergen las principales organizaciones y gremios, desde que el nuevo presidente llegó al poder el 24 de mayo pasado.
La anterior fue el 11 de agosto. Lasso, que ha dedicado sus primeros cien días de gobierno a un masivo plan de vacunación, pretende lanzar ahora un plan de reactivación económica, aunque el tiempo apremia debido a la necesidad de miles de familias ecuatorianas.
Pero las ideas del presidente, entre ellas la de enmiendas laborales que flexibilizan la contratación, la duplicación de la explotación petrolera, o la política de austeridad para 2022, no son del agrado de los grupos sociales, algunos de los cuales amenazan con un nuevo levantamiento como el de 2019.
"Le hemos dicho al ministro de Trabajo que no se puede hacer una ley paralela, porque no se puede tener a trabajadores de clase A y de clase B", se quejó Ángel Sánchez Zapata, presidente de turno del FUT, al valorar la llamada "Ley de oportunidades" del gobierno.
Por su parte, José Villavicencio, presidente de la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE) y vicepresidente del FUT, dijo que "luego de la jornada de hoy vamos a reunirnos inmediatamente para discutir nuevas acciones".
"Nos aprestamos a cumplir dos años de la huelga de octubre (de 2019), creo que el presidente Lasso debería analizar eso. Cuando no se escucha al pueblo, el pueblo se levanta", advirtió.
En cambio, Leonidas Iza, presidente de la Conaie, dijo que frente a todas las “políticas antipopulares que ha decidido sostener el presidente Lasso no tenemos otras opciones más que seguir luchando, en ese camino invitamos a todos los ecuatorianos a esta gran unidad”.
Agregó: “Si hay voluntad de diálogo que sea absolutamente plena, no se busque justificativos en este caso para seguir manteniendo las políticas cuando el pueblo ecuatoriano está sufriendo en el tema económico. No podemos seguir tolerando la crisis de los ecuatorianos solo los pobres”.