En una entrevista para el programa Vistazo en Vivo, el general Luis Altamirano, excomandante general del Ejército, se refirió a la crisis carcelaria que enfrenta Ecuador y analizó el régimen de visitas de las personas privadas de la libertad (ppl), tras descubrirse recientemente que uno de los presos logró que su pareja ingrese al centro carcelario con el uniforme de guía penitenciaria.
La periodista y editora política de Vistazo, María Belén Arroyo, le consultó a Altamirano sobre si el país enfrenta una amenaza. El general respondió que los escenarios actuales son de alta volatilidad, es decir que cambian de un momento a otro, con elevado nivel de incertidumbre, son complejos y ambiguos; pero que los organismos de inteligencia deben estar atentos a este tipo de amenazas, tales como convulsiones de carácter social.
En cuanto a la crisis carcelaria, Altamirano señaló que "el narcotráfico es apenas la punta del iceberg de un problema que es mucho mayor". Explicó que el problema de la violencia en las cárceles tiene que ver con salud, gobernanza y seguridad.
La salud debido a "las afectaciones que se están dando por el incremento que se tiene del consumo de drogas en el país, ya que parte del pago a las organizaciones criminales es a través de la misma droga, que luego circula a través del microtráfico. Estamos frente a una elevación de los niveles de consumo".
Por otro lado, indicó que es un tema de gobernanza "porque está relacionado con un fenómeno que tiene que ver con la corrupción", que no tendría límites en cuanto a la penetración en los diferentes niveles de las instituciones gubernamentales.
Y que es un problema de seguridad por estos elementos de violencia que se han presentado. "El sistema penitenciario por si solo tiene que buscar un cambio en su modelo de gestión", añadió.
Sobre el régimen de visitas, Altamirano manifestó que debería existir restricción con los presos que han demostrado niveles de peligrosidad grave.
"De repente saldrán los derechos humanos, pero el derecho humano más importante es la vida. La cárcel tiene que tener dinámicas de seguridad diferentes a las que tenemos", sostuvo.
"La restricción de derechos tiene que estar normada conforme a los niveles posibles de rehabilitación y de peligrosidad", concluyó.
El pasado 27 de septiembre 'alias Fito' el líder de Los Choneros recibió a una mujer que habría entrado a la prisión de máxima seguridad burlando todos los controles. Lo logró haciéndose pasar como guía penitenciaria, usando el uniforme.
Pero la presencia de la mujer fue detectada el 2 de octubre, cuando se reportó una balacera en esa cárcel. En ese momento, mientras cientos de policías ingresaban para controlar la situación, otros agentes descubrieron que la supuesta pareja de Fito intentaba salir de la cárcel en complicidad de una guía penitenciaria.
Las mujeres fueron esposadas, pero luego liberadas. Ahora, la Policía desconoce dónde está la mujer y cómo logró ingresar a esa cárcel que se supone que es de máxima seguridad.