Extrovertido, cariñoso, humilde, una gacela en las competencias; así describe Ana Quiñónez a su hijo Álex, quien fue asesinado el pasado viernes “por estar en el lugar incorrecto y a la hora equivocada”, dice entre lágrimas. La familia del hombre más veloz del Ecuador pide justicia y ayuda para las hijas del atleta.
Álex nació el 11 de agosto de 1989 en Esmeraldas, su madre recuerda que desde pequeño mostró gran afinidad por el fútbol. “Si veía piedras, piedras pateaba, si veía palos, palos pateaba, no se quedaba quieto”. En ese momento, el sueño de Álex era ser futbolista, sin imaginarse que la vida le tenía preparado otros planes.
‘Morito’, como lo llamaba su mamá, era conocido desde pequeño por su velocidad. Ana recuerda que en las calles del barrio ‘Sedalana’ en Guayaquil hacía competencias con sus amigos y siempre ganaba. Así mismo, cuando jugaba fútbol era escogido como delantero por la rapidez en sus piernas.
La familia vivía en Guayaquil debido a los estudios de la hermana de Álex, pero él, a sus nueve años, partió nuevamente a la provincia verde para pasar unos días con sus primos. Sin embargo esas vacaciones se alargaron más de lo pensado y se quedó toda su adolescencia.
“Siempre estuve pendiente de mí ‘Morito’, mi pedacito de vida. No sé si él era un ángel y me lo prestaron, porque desde chiquito tenía un amor inexplicable”, comentó Ana.
Una apuesta con el entrenador de fútbol del colegio Anexo Universitario José Basurto Mendoza marcó la entrada de Quiñónez al atletismo. El deportista desafío a los mejores corredores de la institución y terminó ganando, lo que llamó la atención de las autoridades y desde ahí empezó a batir récords.
No había quien pudiera superarlo, la madre recuerda que hubo una competencia en la Armada del Ecuador en Esmeraldas, donde Álex superó incluso a personas mayores a él.
“Mi hijo les ganó a unos marineros, estaban bravísimos. Ellos no creían que un muchacho de 15 años los hubiera superado. Luego lo pusieron a competir con un sargento y también triunfó”.
Su primer logro internacional fue en el Campeonato Iberoamericano de Barquisimeto, en Venezuela, en 2012. Allí logró medallas de oro en 100 y 200 metros, a más de una de bronce en relevos 4x100. Esa fue la antesala de la gloria olímpica.
LONDRES 2012
Álex participó en sus primeros Juegos Olímpicos en Londres 2012, donde llevó el nombre de Ecuador a la final de los 200 metros planos y se ubicó entre los siete mejores del mundo e impuso un récord nacional.
El deportista esmeraldeño compitió con grandes y experimentados atletas como Usain Bolt, a quien no le tenía miedo. “Mi hijo siendo un muchacho nuevo en el atletismo, decía si él puede por qué yo no voy a poder”.
Quiñónez recibió la llamada de varias autoridades del Gobierno de Ecuador de esa época antes de que compitiera en la final de los 200 metros planos, pero lo que más le motivó fueron las palabras de su madre. “Yo le dije que lo importante no es ganar, sino competir y usted sabe que puede”.
Pese a que la participación de Álex en los Juegos Olímpicos fue histórica, lo que algunos desconocen es que el atleta corrió con zapatos rotos, “le pusieron plantillas de cartón y así participó”, recuerda su madre.
Y es que esa fue la tónica que marcó la participación de los deportistas ecuatorianos en Londres 2012. Hace poco, tras las olimpiadas de Tokio 2021, algunos atletas como Rosa Tenorio y Érika Chávez también expusieron la falta de apoyo de las autoridades antes, durante y después de su participación.
DE LOS APLAUSOS AL OLVIDO
Tras su destacada participación en los Juegos Olímpicos, Álex fue recibido en Ecuador con aplausos, fotos, le pedía autógrafos y las autoridades le prometieron de todo.
Según un reporte del diario El Universo del 15 de agosto del 2012, el entonces Ministro del Deporte, José Francisco Cevallos garantizó que habría la ayuda económica para los entrenamientos y competencias fuera del país e incluso para las familias de las glorias olímpicas.
“Así se podrán ir al extranjero sin preocuparse de nada. Sus familias tendrán para el pan de cada día”, dijo Cevallos, según cita el periódico.
Álex confió plenamente en estos ofrecimientos, tanto es así que rechazó la propuesta para nacionalizarse en Italia y competir por ese país, según contó el periodista Xavier Gómez en redes sociales.
El hombre más veloz de Ecuador se retiró en el 2015 por problemas personales y por la falta de apoyo de las autoridades que un día le prometieron ‘el oro y el moro’, pero nunca se completaron a cabalidad.
“A mi hijo le hicieron muchas cosas, no le pagaron, no tenía ni dos reales. Álex siempre peleaba por los derechos de todos sus compañeros y por eso tuvo peleas con los dirigentes deportivos”, dijo Ana Quiñónez.
Álex abandonó las pistas de atletismo por dos años en los que se dedicó a pintar y construir casas. “Mi hija cayó enferma, tenía una enfermedad en la pierna, fueron cosas muy duras”, dijo el velocista en una entrevista con Ecuavisa.
Sin embargo, sus amigas Ángela Tenorio, Marisol Landásuri y Yuliana Angulo lo motivaron para que vuelva a soñar en la medalla olímpica que se le escapó de las manos en el 2012.
TOKIO 2021
En el 2018 volvió a entrenar y en el 2019 siguió batiendo récords, ese año se impuso en el circuito de la Liga Diamante con un tiempo de 19.87 en Lausana, Suiza. Además, se coronó campeón en los Juegos Panamericanos de Lima y logró medalla de bronce en el último Mundial de Atletismo en Doha, Catar.
Todas estas hazañas le dieron el boleto para los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, pero Quiñónez fue suspendido, debido a la acumulación de tres fallos de localización para pruebas de dopaje, por una falta logística de su mánager.
“Primero le ilusionaron que supuestamente si iba a competir, pero había sido todo una farsa, ellos sabían hace rato que Álex no podía participar. Mi hijo llegó llorando. Desde ese día le destrozaron la vida, ya no era el muchacho alegre que conocíamos”, señaló la madre entre lágrimas.
Álex cayó en depresión, no solo porque no pudo competir en las olimpiadas sino porque le quitaron el salario vitalicio.
TRÁGICO DESENLACE
Quiñónez fue asesinado el pasado viernes, 22 de octubre, por desconocidos que le dispararon nueve veces, junto a él también murió el cantante de música urbano Christopher Arcalla, quien decía pertenecer a la banda de 'Los Tiguerones’.
Ante esto se ha empezado a especular sobre una supuesta relación de amistad entre los dos, pero la madre del velocista recalca que no existía ningún vínculo, simplemente estuvo en el “momento y en la hora equivocada”.
“Álex salió a comprar la merienda y hacer un depósito para la mamá de las niñas. Tenemos los recibos que él hizo a las seis de la tarde. Cuando Álex estaba allí llegó esa persona. Él no era de andar metido en esas cosas”.
Agregó que Álex era “demasiado sano” y pide que dejen de especular sobre una posible relación con pandillas.
“Lo único que quiero es que me ayuden a esclarecer la muerte de mi hijo y que se den cuenta de que dejó hijos en la orfandad”.
Por su parte, el Ministerio del Deporte ha manifestado que no va a desamparar a la familia y se está coordinando ayuda económica. Según adelantó Ana, el presidente habría dispuesto que el salario que le quitaron sea destinado a los parientes.
Además, un reporte de diario El Universo detalla que el sueldo fue suspendido por la sanción del TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo). Sin embargo, “el ministerio canalizó la preparación de Álex a través de la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEA) con recursos y se mantuvo la vigilancia del seguro de salud, vida y accidentes”.
Adicionalmente mencionaron que cumplieron con lo determinado por el Comité Ejecutivo de Alto Rendimiento respecto a soporte médico y psicológico.