Entre los argumentos dados ante el juez de la provincia de Santa Elena para la excarcelación del ex vicepresidente de la República Jorge Glas, quien desde 2017 cumplía condena por recibir millonarios sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, se detalló su diagnóstico psiquiátrico, físico y un intento de suicidio dentro de prisión.
En la audiencia de fundamentación del recurso de hábeas corpus, que fue otorgado a favor de Glas, el psiquiatra Edison Barreto en su declaración manifestó que el privado de la libertad, de 52 años, está teniendo síntomas de un paciente con un diagnóstico de una persona de entre 60 o 65 años.
También indicó que, Glas tiene un mal estado de salud mental, "en vista de las varias amenazas recibidas a su persona y a su familia, también por las diferentes masacres ocurridas en el centro penitenciario donde se encontraba, lo que le provoca alucinaciones constantes por el miedo, debiendo estar medicado para poder tener control sobre aquellas".
Aseguró también que la integridad física del exvicepresidente estaba expuesta a un riesgo constante en el centro donde estaba recluido, y que aquello le impedía salir de su celda para evitar agresiones.
Reportó el mal estado de salud físico y mental de Glas, "debido a la falta de atención especializada en las varias enfermedades que posee, así como la incorrecta administración de los medicamentos".
Se alegó el riesgo de muerte o suicidio del privado de la libertad ante las condiciones en la que se encuentra. Por lo que, se recomendó su traslado a un centro médico para que pueda ser tratado por especialistas.
En la diligencia, el exvicepresidente solicitó complementar lo dicho por el psquiatra: "(tras) el último motín de esta última semana (...) estoy peor; me dan más medicamentos de lo que yo ya recibía".
Además, nombró algunos de los medicamentos que toma, entre ellos unas gotas de risperidona "que tengo que andar con un gotero en la mano que también creo que es anti psicótico cada vez que tengo las alucinaciones de crisis auditivas y visuales y que se recrudecen cada vez que hay amotinamientos y tengo que salir evacuado".
Aseguró que a veces los agentes no lo alcanzaban a evacuar, debido a que tiene dos años que no camina fuera de la celda, y que solo salía los miércoles al economato.
"Tengo más de 70 amenazas de muerte, en diciembre fue exigido y así lo exprese a las autoridades, de pagar una vacuna de veinte mil dólares para que no asesinen a mis hijos o no violarme a mí, eso fue el diciembre pasado, estaba en un estado lamentable metal y depresivo, las marcas en mi brazo que me hice el 31 de diciembre porque ya no quería seguir viviendo", reveló el exfuncionario.
Añadió "me (he) enfrentado en fuego cruzado, me han sacado bajo metralletas, decapitaciones, me he resbalado en charcos de sangre, muy en particular en esta última evacuación trate de correr, no pude y me caí es porque la pierna izquierda no me responde, desconozco si es consecuencia de una de las 3 hernias discales que tengo en la columna producto de la espondilitis anquilosante, la degeneración de los discos, tengo que dormir con un collarín rígido por las hernias cervicales, tengo un estabilizador de titaniun entre las vértebras L5 y S1 en la región sacro lumbar, es muy probable que la estabilizadora se haya movido y este presionando al nervio lo cual me está causando discapacidad, cojera, imposibilidad de correr en la pierna izquierda".
El diagnóstico también reportó lo siguiente: "el paciente ha tenido cuadros que alucina, muchas veces a referido que ve sangre en las paredes cuando no las hay, insectos y que escucha voces que le hablan en la noche, en la mañana, todo el día, esto es un efecto traumático después de los eventos sangrientos provocados en el Centro Penitenciario, provocando un trastorno psicológicos, la salud mental del paciente también esta muy afectada, la espondilitis anquilosante, es una enfermedad que el paciente progresivamente va a tener cuadros depresivos por sus limitaciones".