El retorno de Diego Moncayo, el ecuatoriano que se encuentra en la zona de conflicto entre Ucrania y Rusia, sigue sin concretarse. Tras 19 días de iniciado el conflicto, la familia del joven espera que una organización internacional ingrese a la pequeña localidad de Shostka para rescatarlo o que la guerra termine.
“Lamentablemente, continúa atrapado y no sabemos hasta cuándo será”, mencionó Jeaneth Mendoza, madre del joven, quien comenta que su hijo no puede salir porque las vías están destruidas y existe temor de que si viaja, se quede en medio de un enfrentamiento.
Por lo que las autoridades ecuatorianas y ucranianas, así como Cruz Roja Internacional, han recomendado a Diego esperar alguna oportunidad de salida, que no ponga en riesgo su vida.
“Para él es una situación dura, pero le ha tocado pararse fuerte porque sabe que es el único extranjero que está en esa ciudad. De hecho, me admira su valentía y fortaleza, que no sé de dónde sale”, narró la resignada madre.
Mientras tanto, este lunes arribó el tercer vuelo humanitario con 190 personas y 42 mascotas. Esta fue la última oportunidad de salir para los compatriotas residentes en Ucrania.
Ante esto, la familia de Diego mencionó que lo primordial es su seguridad y si no tienen el respaldo de las autoridades, les tocará sacarlo por sus propios medios.
“Él ha intentado salir, pero se ha encontrado con gente que quiere estafar”, recalcó Raúl Moncayo, padre del joven de 20 años.
¿POR QUÉ EMIGRÓ A UCRANIA?
El quiteño estaba a punto de estudiar en una universidad de la capital, pero cuando acudió a matricularse le avisaron de una exposición en la Casa de la Cultura, donde varias instituciones educativas estaban ofreciendo sus servicios. Entre ellas, estaba una agencia que ayuda con los trámites de ingreso en universidades de Europa.
A Diego le gustó la idea y partió a Ucrania. Se fue desilusionando del examen Ser Bachiller, pues no logró el puntaje requerido para estudiar idiomas o psicología. Además, los costos de las mejores universidades de ese país eran más accesibles que en Ecuador, según comentó Raúl Moncayo.
“La agencia nos ayudó con la visa que se tramita en Lima (Perú), la invitación de la universidad y la residencia”, señaló el padre, quien estima que gastaron alrededor de cinco mil dólares en todo el papeleo.
Diego llegó a la ciudad de Zaporizhia, pero luego decidió cambiarse a una universidad de Kiev, donde estudiaba idiomas.
¿CÓMO LLEGÓ A LA FRONTERA CON RUSIA?
El ecuatoriano junto a tres compañeros salieron de Kiev el mismo día que estalló el conflicto. Uno de ellos los llevó hasta la estación del metro, donde se enteraron de que Rusia iba a bombardear en la madrugada.
Entonces compraron boletos para dirigirse a la frontera con Polonia, pero terminaron en Sumy, muy cerca de la zona de conflicto. “Los trenes simplemente sacaron a la gente porque había mucha aglomeración. Como estaban cansados se habían quedado dormidos y a la una de la mañana el tren paró y les dejaron a la deriva”, contó el padre.
El cuarteto decidió dirigirse a la casa de una de las jóvenes ucranianas en Shostka. Huyeron asustados de un enfrentamiento entre tropas ucranianas y rusas que presenciaron en el camino.
“La localidad está rodeada de tropas. No hay movilidad, no hay transporte, pero mi hijo está relativamente tranquilo, aunque ha empezado a escasear los productos en la zona”, dijo el padre.
Agrega que Diego está abasteciendo a la familia que lo acogió, pues ellos quedaron sin trabajo y no tienen ingresos económicos.
En una breve entrevista con Vistazo, desde Ucrania, el joven dijo que las autoridades ecuatorianas le informaron que por el momento no se puede hacer nada, más que esperar que surja alguna oportunidad de salida segura.
Los padres sienten que tras la llegada de la mayoría de ecuatorianos, el caso de Diego está quedando en segundo plano.
“Ya no sentimos el mismo apoyo de la gente, de los padres, lógicamente ellos están tranquilos porque sus hijos salieron. Nos van dejando solos. Se va apagando la velita”.
Ucrania está envuelta en una guerra de una escala que no se veía en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, y que está provocando un enorme sufrimiento a la población civil.
Desde el inicio del conflicto se registran bombardeos rusos, sobre todo en el norte, este y sur del país. Mientras tanto, los diálogos no han logrado acuerdos, por lo que se espera que la inestabilidad continué.
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