A las 08h26 del martes 28 de mayo, despegó desde el aeropuerto de Guayaquil, una avioneta Piper Seneca de la compañía Endecots. La pequeña aeronave había sido contratada para el transporte de valores desde una entidad bancaria que opera en El Oro, hasta Guayaquil.
El destino era el aeropuerto regional de Santa Rosa y el tiempo estimado de vuelo fue de 38 minutos. La ruta era conocida por el piloto David Isac Parreño Vasquez. La última vez que voló en la misma avioneta, al mismo destino, fue el 8 de mayo pasado, a mediodía.
Se había ya contactado con la torre de control en la frecuencia de aproximación 116.6 megahertz y le habían asignado la pista 25 para el aterrizaje que nunca se produjo.
Moradores de la zona de Conchales, ubicada a unos 3,5 kilómetros de la cabecera norte del aeropuerto, reportaron al 911 la caída e incendio de una avioneta y la presencia de un herido. El sobreviviente, quien era el copiloto de la nave, contó que logró saltar segundos antes del impacto. Resultó con fractura en miembros inferiores y ahora se recupera en una clínica de Guayaquil. No tuvieron la misma suerte el pasajero Augusto Viera ni el piloto Parreño.
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Los deseos de ser piloto empezaron para David Parreño desde cuando ingresó al colegio de la Aviación Civil donde se graduó de bachiller en ciencias, en julio de 2019. En febrero de 2020 ya obtuvo su primera licencia como estudiante piloto. A pesar de la pandemia continuó con su preparación teórica y con la acumulación continua de horas de vuelo hasta que en agosto de 2022, con tan solo 21 años cumplidos, obtuvo su ansiada licencia de piloto comercial. El documento emitido por la Dirección General de Aviación Civil certifica además que David tenía el nivel más alto de competencia lingüística en el idioma inglés.
“Este sueño de ser piloto lo tuve casi desde siempre. La pasión por volar, por los aviones, me intrigaba bastante. Con el pasar de los tiempos, pues, con bastante esfuerzo, trabajo, estudio y dedicación, la pude hacer realidad”, dijo en una publicación de Instagram, ataviado con su uniforme blanco y las palas respectivas en las hombreras. Estaba capacitado para pilotear aviones multimotores y para vuelo instrumental.
La aeronave accidentada era una Piper Seneca III, fabricada en 1979 y junto a otros cuatro aparatos, formaba parte de la flota de Endecost, una aerolínea dedicada básicamente al servicio de taxi aéreo dentro y fuera del país.
En las últimas tres semanas este Piper, con matrícula HC-BHG, había realizado once vuelos, cuatro de ellos a Santa Rosa. Al mando se alternaban los capitanes Oscar Paz, Arturo Freire y David Parreño. El penúltimo vuelo de Parreño en la nave accidentada fue el 22 de mayo desde Guayaquil, ida y vuelta a la pista La Celeste, ubicada en la Concordia, provincia de Santo Domingo.
Una aeronave gemela, de la misma aerolínea Endecost sufrió un accidente en el aeropuerto de Guayaquil, en junio de 2016. Según reportes de la época, la Piper llegaba de Manta cuando una falla de motor le complicó el aterrizaje, saliéndose de la pista y causando heridas al piloto y a un acompañante.
En ese mismo año 2016, Endecost fue reconocida como una de las aerolíneas que prestó sus aeronaves y sus tripulaciones para atender a los damnificados del terremoto de Manabí.
Según registros de la Superintendencia de Compañías, la empresa fue constituida en octubre de 1989 y su paquete accionario ha cambiado en varias oportunidades. Actualmente la accionista mayoritaria es Roxana Moyano, una magíster en administración de empresas por la Universidad Católica de Guayaquil. El accionista minoritario es el piloto comercial, capitán Juan Herrera.
En 2022, Endecots inició gestiones ante la Dirección de Aviación Civil para convertirse en una aerolínea de carga. De hecho, su objetivo social ya cambió legalmente a “transporte aéreo de carga con itinerarios y horarios establecidos”. Con ello aspirarían cubrir el espacio dejado hace algunos años por la aerolínea Aeca.
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La versión inicial del Piper Seneca fue introducida en 1972, fue diseñada para reemplazar al Twin Comanche de la década de 1950 y también para ser una alternativa de menor costo al Piper Aztec.
Según reportes históricos, en principio se decía que el manejo del Seneca era deficiente y eso se corrigió con el Seneca II. La propulsión está dada por dos motores Continental de 220 caballos de fuerza. A la izquierda de la cabina tiene una puerta trasera que facilita la carga o descarga de pasajeros o equipaje. Actualmente el manejo se considera “predecible y estable”, según los reportes de aviación.
En el Ecuador se recuerda que el 21 de diciembre de 1992, una Piper Seneca se estrelló contra dos edificios de la avenida González Suárez de Quito. El accidente causó la muerte de seis personas, incluido el entonces ministro de Turismo Pedro Zambrano Izaguirre y su esposa.