Estos resultados faltan para conocer el estado de la policía Verónica Songor, herida en el ataque a una UPC
El estado de la agente Verónica Songor, quien fue víctima de los disparos, es crítico.
Luego de tres días del ataque armado contra la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) en el sector de la Nueva Prosperina, el estado de la agente Verónica Songor, quien fue víctima de los disparos, es crítico y además existe una duda respecto a los daños en su cerebro.
El doctor Roberto Gilbert, en rueda de prensa, indicó que la incógnita es por el tiempo que estuvo parado su corazón y no irrigó (bombeó) sangre. "Los riñones, el hígado y el corazón mismo es noble, en el sentido de haber aguantado la no circulación (isquemia)", indicó.
Añadió que sus condiciones hemodinámicas son estables, es decir que tiene buena presión arterial.
No obstante, falta saber el estado del cerebro y generalmente se esperan cinco días para saber el diagnóstico. Aún se necesitan conocer los resultados de la electroencefalografía y test de arterias en el señaló, apuntó Gilbert, al reiterar "no podemos emitir criterio alguno hasta los cinco días".
Al final, también dijo que ha sido testigo de milagros, de "cosas que científicamente daban para nada y de repente comenzaron a cambiar".
Se ha informado que, con reanimación cardiorrespiratoria, los médicos la han devuelto a la vida las veces que su corazón se ha detenido.
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Fiscalía continúa con las investigaciones para dar con los responsables del atentado armado contra la UPC, ocurrido el domingo 9 de octubre, que dejó a Sorgor gravemente herida.
La mujer policía, de 24 años, quien primero fue trasladada al Hospital de la Policía y luego tuvo que se llevada a una clínica privada, se mantiene con pronóstico reservado, tras haber recibido al menos cinco impactos de bala.
Sobre Songor se conoce que se graduó como policía hace un año y siete meses y que su primera asignación fue el eje preventivo en el distrito Nueva Prosperina, donde se reporta la mayor cantidad de muertes violentas de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborodón).
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