El presidente de la República, Guillermo Lasso, quien dio positivo para COVID-19 este miércoles, desarrolla síntomas leves de la enfermedad, confirmó este jueves a Efe la ministra de Salud, Ximena Garzón.
La funcionaria recordó que el gobernante ha mantenido una serie de reuniones con personas de distintos sectores en los últimos días en el marco de las protestas por la carestía de la vida, lideradas por el movimiento indígena, que comenzaron el lunes 13 de junio.
Garzón comentó que la Presidencia siempre hace pruebas de antígenos a quienes ingresan, pero "posiblemente alguna de las personas era una portadora sana y el test dio falso negativo".
"Sabemos que ayer amaneció con un poquito de síntomas, malestar general, dolor de garganta, congestión nasal, pero en el transcurso del día fue mejorando y esperamos que se recupere pronto. Los síntomas son leves", dijo Garzón en entrevista con Efe.
Lasso, de 66 años, tenía las dos vacunas contra la COVID, el primer refuerzo y debía ponerse el segundo entre mayo y junio, pero la situación política le impidió concretar la cuarta dosis.
"En la mayoría de casos, cuando están vacunados, la sintomatología se resuelve en aproximadamente una semana. Confiamos en que eso también pase con nuestro presidente", comentó Garzón, al insistir en que "el cuadro que está desarrollando es leve".
El miércoles, el gobernante despachó desde el Palacio de Carondelet, que también alberga la residencia del mandatario, donde cumplirá los protocolos médicos correspondientes.
Garzón comentó que el gobernante se contagió por primera vez de la enfermedad, que ya ha afectado a más de 900.000 personas, según registros oficiales comprobados con PCR.
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PREOCUPACIÓN POR AGLOMERACIONES
El positivo del gobernante se conoció en el décimo día consecutivo de protestas contra la gestión económica del Ejecutivo, convocadas principalmente por la Confederación Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), con un saldo de tres manifestantes fallecidos y no menos de un centenar de heridos.
Lasso estaba pendiente de la respuesta del presidente de la Conaie, Leonidas Iza, para acudir a un diálogo del que de momento rehuye el líder indígena al no confiar en que el Gobierno se comprometa a cumplir por completo el pliego de condiciones de su organización.
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Entre las demandas está la reducción y congelación de los precios de todos los combustibles, el control de precios de productos esenciales, el compromiso del Gobierno de que no se privatizarán empresas estatales y de que no se ampliarán ni darán nuevas concesiones mineras y petroleras en la Amazonía.
Estas protestas se dan después del primer año del mandato de Lasso, que se centró principalmente en la vacunación y en la reactivación económica.
La ministra explicó que al momento el 87,24% de la población mayor de tres años ha recibido la primera dosis contra la COVID-19, mientras que la segunda la han completado el 83,58 %.
La tercera dosis tiene el 38,47% y la segunda dosis de refuerzo el 18,24 %. En total se han aplicado más de 35,7 millones de dosis.
Según Garzón, desde hace tres semanas se registra un aumento de positivos, que atribuye a temas estacionales, pero se mostró preocupada por los efectos que puedan tener las aglomeraciones de los últimos días por las manifestaciones sociales.
Sobre la aglomeración en las protestas, la ministra anticipó que "posiblemente sí va a haber un repunte de casos".
"Nos preocupa porque son miles de personas", dijo al señalar que por ejemplo en la Universidad Central están 4.000 personas que no tienen un albergue adecuado y hasta el miércoles "no contaban todavía con letrinas, suficiente cantidad de agua como para mantener una higiene de lavado de manos", concluyó.
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