Quito fue declarado en alerta naranja debido a los apagones de catorce horas que afectan desde este viernes 25 de octubre. El alcalde Pabel Muñoz hizo el anuncio de la medida simbólica y se refirió a un plan emergente para la capital.
“El tema de la energía eléctrica no es nuestra responsabilidad. Las ciudades no podemos pagar por la irresponsabilidad de los gobiernos anteriores y lo que vemos es una gran improvisación de parte de este gobierno”, sostuvo el alcalde, respecto al incremento de los cortes de energía eléctrica a catorce horas, anunciado por el Gobierno Nacional.
Explicó que hoy se reunirá en un comité de crisis para analizar qué es lo que necesita la ciudad, en cada uno de sus frentes.
“Tengo que tomar una decisión sobre el tema del transporte. Buscamos que el transporte público no se detenga: Ecovía, Trolebús, Metro de Quito (...) Vamos a tener un plan emergente y he planteado que el Municipio se ponga en alerta naranja, para que organicemos y tengamos un plan de contingencia y así, estas semanas, nuestros servicios no fallen", aseguró.
Añadió que también es necesario tomar una decisión de lo que va a suceder con el agua potable y sus reservas.
“Valdría la pena analizar que decisión preventiva debemos tomar; buscar que lleguen pronto las plantas que ya se adjudicaron el día de ayer a la Epmaps, porque nosotros necesitamos que los barrios altos no se queden sin luz”, argumentó.
En la misma línea, informó que ha logrado que la autoridad nacional autorice a la Empresa Eléctrica, para que no haya cortes de luz en los sistemas de bombeo de los barrios noroccidentales de Quito. "Cuando un barrio alto necesita bombear agua, y se va la luz, restablecer ese bombeo toma mucho tiempo", acotó.
Según indicó el Alcalde, Quito genera alrededor de 40 megavatios que se producen por el agua y el uso adecuado del gas metano, a partir de los residuos sólidos.